Una vez anunciada por Carles Puigdemont su intención de realizar la investidura de un Govern en el exilio, desde Bruselas, dejó claro que va por todo o nada. La fecha, además, es bastante cercana: se realizaría en una asamblea en Bruselas, Bélgica, el venidero 18 de febrero.
La idea sería la de restablecer de una manera lo más fiel posible el gobierno catalán de antes de las destituciones impuestas por el presidente Mariano Rajoy, que data de octubre de 2017.
La propuesta de Puigdemont incluye otra juramentación en el propio parlamento de Catalunya con la finalidad de instalar un doble govern. El segundo, que se instalaría entre el 21 y 22 de febrero, lo tendría como presidente de la Generalitat nuevamente.
Las opciones presentadas por Puigdemont darían a la presidencia catalana una especie de simbolismo, mientras que el Parlamento sería un gestor de políticas determinadas desde el gobierno con sede en Bélgica.
Luego, vendría un “Govern real y una asamblea constituyente, la política internacional y la internacionalización de la república, el activismo internacional, el Diplocat y un think tank republicano”, independizando así por completo a la República de Catalunya.
JI