A casi tres años del paso del huracán María por Puerto Rico, miles de viviendas continúan inhabitables y la llegada de la temporada de huracanes ha reavivado experiencias y temores, mientras “los sin techo” deben esconderse bajo toldos de lona y lamentar que el programa de restauración de casas (el llamado R3) no haya generado resultados.
De hecho, en septiembre de 2017, el huracán María afectó unas 786 mil casas, algunas de ellas totalmente destruidas, por lo que unos 27 mil propietarios dependían de la iniciativa de reconstrucción para recomenzar sus vidas luego de la tragedia que azotó la isla.
Sin embargo, un año y medio después de que los fondos federales para las reparaciones se transfirieran a las autoridades locales, las casas siguen en pésimas condiciones; los funcionarios se vanaglorian de que el trabajo “está casi terminado” en apenas 45 casas de familias beneficiarias del programa.
Un pequeño ejemplo en Puerto Rico
Entrevistado por agencias, Sergio Torres, alcalde de la ciudad de Corozal, dijo que los funcionarios hablan de miles de millones de dólares que la gente no ve. Su localidad todavía tiene 60 casas con techos de lona y dos familias que siguen viviendo en refugios escolares.
Desde 2017, el programa R3 ha recaudado 3,2 millones de dólares y rechazado el apoyo de una gran cantidad de propietarios de viviendas; las solicitudes siguen llegando y la mayoría se encuentra en estatus de revisión.
El Secretario de Vivienda de Puerto Rico, Luis Carlos Fernández, alega no saber si los fondos federales recibidos alcanzarán para ayudar a todos los que ya han sido aceptados en la R3.
Añadió que los solicitantes de edad avanzada, las personas discapacitadas y los que tienen daños significativos en la propiedad están de primeros en la fila. Pero la espera desespera a los miles que siguen sin hogar en Puerto Rico.
FF/VTactual.com
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