Un grupo de investigadores rusos de la Universidad Nacional de Investigación Escuela Superior de Economía elaboró un ranking o conteo de países a partir de la eficiencia de sus acciones para hacer frente a la pandemia del coronavirus.
Un total de 48 países concentra 6 mil 350 millones de habitantes, 82,5% de la población mundial; de entre ellos, los científicos echaron mano de diversos criterios enmarcados en tres categorías.
El primero de ellos, médico, bajo el cual midieron la cantidad de infecciones, muertes, pruebas de coronavirus, camas en hospitales, número de médicos, entre otros; social, como cambios en los índices de empleo, disponibilidad de medicamentos, sostenibilidad del sistema educativo; y económico, o gastos para hacer frente a la pandemia, cambios en la actividad de las empresas y otros.
De esta forma, generaron un ‘top cinco’ en el que se encuentran Australia (que obtuvo 78 puntos de los 100 posibles); Polonia (75); Japón (74); la República Checa (74) y Alemania (73); seguidos por Austria (70) -puesto seis- y Rusia (68) -puesto siete-.
En esta ocasión, VTactual se enfocará en analizar las acciones acometidas por estos 7 casos de la lista de países exitosos.
1. Australia, el primero de los países
Australia lideró la lista basada en los criterios médicos. No obstante, para el apalacamiento del servicio hospitalario, resultaron determinantes las medidas de confinamiento tomadas en el país desde un principio; en Melbourne, capital del estado de Victoria, se focalizó la mitad del total de casos del país desde que comenzó la pandemia; los mayores problemas se extendieron desde hogares de ancianos, fábricas, escuelas, hoteles y urbanizaciones.
Señala la BBC que en otros estados como Nueva Gales del Sur, donde está Sídney, y Queensland, buena parte de las zonas de brote resultaron identificadas y contenidas rápidamente.

Además, mientras otros países establecieron plazos de desconfinamiento más acelerados (en ocasiones de tan solo un mes), en Australia, el Gobierno fijo una meta de tres fases entre mayo y finales de julio (dos meses y medio a tres meses): en la primera fase se permitía visitas de hasta cinco personas en casa, reuniones con hasta 10 personas fuera de casa, trabajar desde el hogar preferiblemente y la apertura de establecimientos comerciales de unos escasos sectores, siempre manteniendo medidas de distanciamiento e higiene recomendadas.
En la segunda fase, se incrementó el número de visitas fuera y dentro de casa, pero se seguía recomendando el trabajo en el hogar. La tercera fase, llegó apenas a finales de julio. En todo caso hubo restricciones severas de viajes.
2. Polonia
La web de la Fundación IO, una organización científica basada en España pero dedicada al estudio y control de las enfermedades infecciosas en el mundo, señala que las autoridades de salud de Polonia iniciaron entre febrero y marzo de 2020 la aplicación de pruebas diagnósticas ante casos sospechosos de infección, ordenaban cuarentenas y realizaban seguimiento de contactos en el hogar.

Así las cosas, y tras la confirmación del primer caso por laboratorio en el país el 4 de marzo de 2020, las medidas de control comenzaron el 10 de marzo; desde entonces, cerraron las escuelas y las clases universitarias y cancelaron eventos masivos. El 25 de marzo, se limitaron las reuniones no familiares a dos personas y las reuniones religiosas a seis, prohibiendo los viajes no esenciales.
Las restricciones de cierre se endurecieron entre el 31 de marzo y el 1 de abril, exigiendo que las personas caminaran por las calles a una distancia de dos metros; también cerraron parques, bulevares, playas, peluquerías y salones de belleza; y prohibieron a los menores no acompañados salir de sus hogares.
3. Japón
En el apogeo del brote en febrero, cuando los hospitales de la ciudad se vieron desbordados y el mundo levantaba muros a los viajeros chinos, Japón mantuvo las fronteras abiertas, no decretó restricciones de movilidad, aunque sus sistemas de trenes (casi el único medio masivo de transporte) lucen abarrotados a diario en el Gran Tokio, donde se concentran unos 37 millones de habitantes.
También se negó a prestar atención a los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de hacer pruebas de forma masiva (a principios de julio, el número total de tests PCR era de apenas 34 mil o 0,27% de la población). Tampoco implementó un confinamiento severo como el de Europa, sólo se ordenó un estado de emergencia con un confinamiento voluntario. Se pidió a las empresas no esenciales que cerraran, pero no hubo penalizaciones legales por negarse a ello.

Sin embargo, cinco meses después de que se informara del primer caso de COVID-19, el país asiático tenía menos de 20 mil casos confirmados, menos de mil muertes y creciente evidencia científica de que ha contenido la propagación de la enfermedad, al menos hasta ahora. Señala la BBC que, posiblemente, sean relevantes los pocos abrazos y besos al saludar y que la costumbre japonesa implique un distanciamiento social incorporado.
Sin embargo hay otra tesis. El profesor de la Universidad de Tokio Tatsuhiko Kodama, quien estudia cómo los pacientes japoneses reaccionan al virus, cree que Japón pudo haber sufrido el coronavirus anteriormente. No el Covid-19, sino algo similar que pudo haber dejado a su paso una “inmunidad histórica”.
4. República Checa
Chequia resultó el primer país en prohibir la entrada de extranjeros a raíz del surgimiento del coronavirus en marzo pasado y por un plazo de 90 días. Hoy apunta a 16 mil 640 casos confirmados, 11 mil 584 personas recuperadas y 382 muertes.
Señala, además, la web de El Periódico (España) que República Checa inició un innovador plan en mayo llamado “cuarentena inteligente”, que consiste en localizar y aislar a nuevos contagiados por coronavirus con un proyecto en que le participan epidemiólogos, médicos, empresas de telefonía y ciudadanos para detectar con rapidez brotes de coronavirus y aislarlos, con el objetivo de responder a una eventual segunda ola de COVID-19.

El sistema permite, bajo el consentimiento de los contagiados, facilitar los datos sobre los movimientos del usuario durante los últimos cinco días para crear un «mapa de recuerdos», que conserva en lo posible el carácter anónimo del paciente, pero que ayuda a identificar encuentros con personas en riesgo por edad o estado de salud, así se logran detectar «cuatro de cada seis personas» en riesgo de contagio y se les conmina a realizarse un análisis rápido en un máximo de dos días posteriores al encuentro.
El ministerio de Sanidad también ha promovido la aplicación celular eRouska, que avisa al interesado si entró en contacto, aunque fuera en la cola de un comercio, con alguien diagnosticado con COVID-19.
Los esfuerzos han recibido las críticas de sesenta epidemiólogos y otros profesionales de la salud en carta abierta al Gobierno y el Parlamento, en la que expresan sus dudas sobre la eficacia del nuevo sistema, pero existe una baja incidencia de coronavirus hasta el momento.
5. Alemania
Señala el Blog del Salmón, un site español dedicado al análisis de temas económicos y sociales, que Alemania acometió una gestión rápida para contener la propagación del COVID-19, una vez que vio que en Italia empezaban a brotar los casos: sin tener contagios confirmados cerró todas las escuelas en todos los niveles (28 de febrero).
Canceló eventos públicos en marzo, coordinó desde el gobierno el lanzamiento de campañas públicas para enfatizar la prudencia y concienciar a la población e implementó el testeo masivo a una tasa de 1,49 por mil habitantes a principios de marzo para detectar infectados y aislarlos, en un intento por detener la propagación del coronavirus.

“Esto fue posible gracias a que los hospitales se pusieron las pilas con su producción. Empezó el hospital universitario Charité, de Berlín, y se sumaron sucesivamente más laboratorios hasta un total de 160”.
6. Austria
Según el portal web español El Independiente, el jefe de gobierno austríaco, Sebastian Kurz, el país constituyó uno de los primeros en “reaccionar pronto y de manera intensiva contra el coronavirus, lo que nos ha permitido empezar a vencerlo”. De hecho, cerró fronteras a extranjeros el 10 de marzo y decretó el confinamiento de la población el 16 del mismo mes.

Desde el 14 de abril pasado, permitió reabrir pequeños comercios de menos de 400 metros cuadrados, con requisitos estrictos. Un solo cliente por cada 20 metros cuadrados, con medidas adicionales de desinfección y obligatoriedad en el uso de la mascarilla. Comercios más grandes reabrieron a partir del 1 de mayo.
Sigue siendo obligatorio mantener la distancia social y llevar mascarilla en supermercados y transporte público. La policía impone multas de 25 euros a quien no lleve al menos un chal o pañuelo en lugares donde resultan obligatorios los tapabocas.
7. Rusia
Acción temprana con medidas restrictivas como el cierre de fronteras, limitación de vuelos y cierre de colegios y sitios culturales y la limitación de las reuniones permitieron al Kremlin mantener a raya la propagación del virus, aunque se apertrechó con unos 40 mil respiradores y la fabricación de 100 mil pruebas al día para detectar el SARS CoV-2. De hecho, ya ha realizado más de 20 millones de tests.

Asimismo, se apresuró a construir un hospital móvil a las afueras de Moscú y se embarca en la carrera de generar una vacuna confiable y eficaz contra el coronavirus, de las que ya hay una a punto de certificación, otras tres en fase final de ensayos clínicos y otras 21 en etapa experimental media.
Francisco J. Figuera/VTactual.com
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