El negocio del boxeo tiene contra las cuerdas al deporte. Este fin de semana observamos un nuevo capítulo de lo que cada día es más evidente.
El deporte, definitivamente, está casi KO. Hoy solo vemos un show absurdo en el cual el peleador que más dinero tiene, más dinero produce, es el «mejor».
Atrás quedaron los días de Muhammad Alí, Joe Frazier, «Sugar» Ray Leonard, Joe Louis, Mike Tyson, «Mano’e Piedra» Durán o Julio César Chávez.
En la actualidad el negocio del boxeo nos vende a «Canelo» Álvarez o Gennady Golovkin (GGG) como estrellas, cuándo en otra época no serían ni sparrings.
Lo del fin de semana es un insulto al espectador, al amante del boxeo, al deporte en sí. Canelo Álvarez es una figura creada para tratar de mantener el negocio.
Un mexicano radicado en EEUU (dos de los mercados que más consumen este deporte) con una imagen de actor, tipo De La Hoya, y que genera muchos dólares.
Canelo es una superestrella fuera del Ring, pero ¿Lo es como boxeador?.
La respuesta es no, no lo es. Y cada vez que pelea ante un rival de su nivel, lo demuestra. Canelo es un muy buen boxeador, no es una superestrella.
Lamentablemente el negocio nos vende algo que no es. El fin de semana quedó demostrado que La única oportunidad que tenía Golovkin de ganar la pelea era por la vía del KO.
GGG pegó 32 (se lee 32) golpes más que Canelo, llevó la pelea a su zona de confort, dominó casi todos los rounds… ¡Pero los jueces vieron ganador al mexicano!
Vamos a los números:
-Se esperaba que la pelea generará más de 200 millones de dólares (todo depende de la cantidad de suscriptores).
– Canelo ganará entre 30 y 50 millones.
– GGG se embolsará unos 15 millones.
Hablamos en futuro porque aún no hay cifras oficiales.Lo cierto es que las cantidades son muy buenas para el negocio.
Todos quedaron contentos: Ganó Canelo, ganó el negocio, ganó Golovkin… Perdió el Boxeo.
Esperemos que el deporte pueda reponerse, y al mejor estilo de Rocky, se levante antes que el conteo llegue hasta 10.
JUNIOR CORDERO
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