El mundo entero se ha pronunciado en favor del diálogo en Venezuela convocado en decenas de oportunidades por el presidente Nicolás Maduro. Aún los países que han asumido las posiciones más injerencistas, han sido incapaces de no apoyar en algún momento el encuentro como forma para resolver los conflictos internos.
El Gobierno venezolano en diferentes oportunidades, ha dicho que hay diálogo con un sector de la oposición, sin embargo, el panorama estaría siendo dominado por un ala extremista, que fue la que mantuvo al país sumergido en cuatro meses de violencia entre abril y agosto. Pero otro sector, a escondidas, se reunió con voceros gubernamentales, incluso con la presencia de mediadores internacionales en el país y en República Dominicana como territorio neutral.
Este miércoles, un nuevo encuentro se dará en el país caribeño, pero esta vez, goza de amplia difusión, al ser anunciado por el canciller de Francia, Jean-Yves Le Drian: “estoy encantado de saber que el diálogo con la oposición se reiniciará mañana (miércoles) en República Dominicana“, indicó en un comunicado difundido el martes luego de un encuentro en París con el canciller venezolano Jorge Arreaza.
Este martes también circuló un comunicado emitido por el ex presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero y el canciller dominicano, Miguel Vargas, quienes se habrían reunido para abordar el tema de la situación venezolana y consideraron que existe “una oportunidad para un proceso de encuentro, reconocimiento mutuo y reconciliación», e invitaron a ambos sectores políticos “a transitar un proceso de negociación y acuerdo político”.
En tal sentido, las contradicciones se hacen cada vez más evidentes entre quienes apoyan y aceptan el diálogo y quienes insisten en romper la institucionalidad y solicitar intervenciones extranjeras: unos dicen que sí, otros que no, luego cambian de posiciones y la flor se quedó sin pétalos… Es inminente el escenario electoral y no parecen quedar muchas alternativas para quienes desvían el rumbo del encuentro.
JS