Las opiniones xenófobas del presidente de Estados Unidos han traído las consecuencias más desastrosas para ese país en lo que va de siglo. La masacre ocurrida este fin de semana en la ciudad de El Paso, Texas, no deja lugar a dudas en dos de los problemas más grandes que ahora enfrenta la sociedad norteamericana: las armas y los migrantes.
Patrick Crusius condujo nueve horas desde Dallas hasta la ciudad fronteriza de El Paso para hacer su cacería de hispanos, que acabó con la vida de 29 personas. El autor de la peor masacre racial en décadas, hizo público un comunicado a través de internet, en el que revelaba sus intenciones de contenido racista.
El FBI estudia el caso como un atentado terrorista y un crimen de odio racial, ya que el comunicado de Crusius mostraba simpatías con el tirador que asesinó a 51 personas en Nueva Zelanda. El gobierno mexicano analiza demandar por terrorismo al atacante, que mató a siete de sus ciudadanos en la acción.
Ahora sí, control de armas
Una de las políticas que poco se entienden fuera de las fronteras de EEUU, es la facilidad que tienen sus ciudadanos para acceder a las armas de fuego. De hecho, es un debate que perturba a la sociedad estadounidense y enfrenta a poderosos fabricantes de armas con buena parte de los ciudadanos que exigen frenar la violencia.
Luego de la masacre de El Paso y la de Ohio este mismo fin de semana, el presidente norteamericano #DonaldTrump pidió al Congreso aprobar una ley que exija mayores revisiones de antecedentes penales para vender armas de fuego, pero al mismo tiempo impulsó nuevas reformas migratorias.
Las políticas migratorias de Trump y el odio que su discurso está levantando contra los extranjeros, parece haber abierto una peligrosa puerta a una nueva confrontación racial en la nación norteamericana.
Racismo electoral
#DonaldTrump cree que impulsar el racismo, siempre vivo en la sociedad estadounidense, le dará el triunfo en 2020. Los recientes tuits xenófobos contra las congresistas de «El Escuadrón«, acentuaron el clima racista contra la comunidad latina y el caso de El Paso es una muestra de ello.
Desde México la reacción ha sido contundente, pues la comunidad de El Paso, es una localidad considerada como emblema de la migración latina y esencialmente mexicana en EEUU. El gobierno del país azteca calificó el tiroteo como un «acto terrorista contra la comunidad mexicano-norteamericana».
El canciller mexicano Marcelo Ebrard, dijo que el gobierno de López Obrador pedirá acceso a las investigaciones para actuar en consecuencia. Analizan pedir la extradición del autor de la masacre a quien consideran un terrorista.
RB