Este sábado, Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil (2003-2010), finalmente salió del confinamiento en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, en el estado de Paraná, donde permaneció un año y siete meses privado de libertad.
Recibido entre abrazos por sus familiares y una multitud de simpatizantes, agradeció a los hombres y mujeres quienes lo acompañaron durante “580 días (…) sin importar si estaba lloviendo, sin importar que hiciese 40 grados, sin importar estar a cero grados» y criticó al ministro de Justicia, Sergio Moro, y a Deltan Dallagnol, fiscal encargado de la operación anticorrupción Lava Jato.
En primer lugar, dijo: «Necesitaba resistir para luchar contra el lado podrido del Estado, de la Policía Federal, del Ministerio Público, de la Justicia. Trabajaron para criminalizar a la izquierda, a Lula y al Partido de los Trabajadores».También agregó: «No encarcelaron a un hombre, ellos intentaron matar una idea, pues una idea no desaparece».
Bolsonaro, mentiroso
Asimismo, arremetió contra la situación de desempleo en el país y calificó al presidente Jair Bolsonaro de «mentiroso» y aseguró que tiene la voluntad de mostrar que «este país puede ser mucho mejor con un gobierno que no mienta tanto como Bolsonaro en Twitter».
Su salida obedece a una orden del juez federal Danilo Pereira, dictada después de que los abogados del exmandatario pidiesen su libertad formalmente el viernes tras un fallo adoptado por el Supremo Tribunal Federal (STF).
FF