«Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal en tres tristes trastos», reza un trabalenguas muy popular, que seguramente muchos recordarán al ver la fotografía del lanzamiento del «Frente Amplio» Venezuela Libre, un nuevo intento de aglutinamiento de las fracciones opositoras en el país suramericano.
Caras tristes, tristes trastos de la iglesia, los empresarios y universidades venidas a menos se reunieron en un teatro, como siempre, en el municipio Chacao, estado Miranda (el municipio más rico del país), para dar a conocer la iniciativa, cuya primera propuesta para «recuperar la democracia» es desconocer los resultados de las elecciones convocadas para el 20 de mayo, según reseñó la prensa local. Brazos cruzados, expresiones lúgubres y caras mirando al piso caracterizaron la jornada.
El FAVL, es el tercer intento de imponer la unidad en los sectores que conforman la oposición, cuyo único punto en común es salir del Gobierno de Nicolás Maduro para retomar el poder. En 2002, es ampliamente conocido que fue la Coordinadora Democrática (primer intento), la responsable del golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez y el sabotaje petrolero que generó millones de pérdidas a la nación.
Ante los continuos fracasos, nace la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, (segundo intento), responsable de actos terroristas en el país, en la búsqueda del mismo objetivo y cuyo deceso inició a partir de la convocatoria a elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente.
Es el turno del Frente Amplio Venezuela, que nace con una tristeza inocultable para sus progenitores, padres de monstruos ya olvidados. Queda esperar a conocer a dónde llegarán esta vez por sus ansias de poder, pero ya se sabe que no es por la vía de la participación electoral, ni por la contienda política.
JS