El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó ayer el decreto de Donald Trump que impide el ingreso de ciudadanos provenientes de «países de especial preocupación».
“Creo que estas medidas deberían ser retiradas lo antes posible”, destacó Guterres en declaraciones a los periodistas en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El titular de la ONU aseguró que estas acciones violan “principios básicos” internacionales y “no son efectivas si el objetivo es realmente evitar la entrada de terroristas en Estados Unidos”.
Explicó que si un grupo terrorista busca atacar a EEUU, o cualquier otro país, no haría uso de pasaportes de países actualmente en conflicto sino que, por el contrario, utilizaría pasaportes de los países desarrollados o a residentes en el país: ese, al parecer, es el modus operandi actual.
El primer desafío directo
El portavoz de Barack Obama difundió a través de su cuenta Twitter el primer pronunciamiento del expresidente:
«Ciudadanos ejerciendo su derecho constitucional de reunión, organización y haciendo que sus voces sean escuchadas por los oficiales electos es exactamente lo que esperamos ver cuando los valores estadounidenses están en peligro».
Frm Pres @BarackObama is heartened by the level of engagement taking place in communities around the country. pic.twitter.com/X5Fk3xRDEX
— Kevin Lewis (@KLewis44) January 30, 2017
«Con respecto a las comparaciones con las decisiones de política exterior del presidente Obama, como hemos escuchado antes, el presidente fundamentalmente no está de acuerdo con la noción de discriminar a los individuos debido a su fe o religión», señaló Lewis. Sin embargo, se escuchan voces disidentes.
Obama eligió a los países musulmanes
Seth J. Frantzman, periodista, escribió y compartió en su blog el artículo: La administración de Obama hizo posible la “prohibición de los musulmanes” y los medios de comunicación no le dirán.

El periodista, que en los últimos años se ha especializado en la cobertura de noticias que tienen que ver con los refugiados de los países en conflicto, alerta que Trump no menciona a los siete países a los que los medios se han referido recientemente. El único implicado en la Orden ejecutiva es Siria, en el apartado que compartimos a continuación:
«Por este medio proclamo que la entrada de nacionales de Siria como refugiados es perjudicial para los intereses de los Estados Unidos y así queda suspendida cualquier entrada hasta el momento en el que se haya determinado que se han hecho suficiente cambios al USRAP (Programa de admisión de refugiados de los EEUU), para asegurar que la admisión de Refugiados de Siria es consistente con el interés nacional».
¿Pero de dónde sale ese listado revelado por importantes medios de comunicación?», se pregunta Frantzman.
El periodista cita a la Ley de Prevención de Viajes Terroristas de 2015, promulgada dos años antes de la Presidencia de Trump. En febrero del 2016, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, ratificó la implementación de la Ley e incluyó a Libia, Siria, Somalia, Irak, Sudán y Yemen como “países de preocupación” sujetos a restricciones en el “Programa de Exención de Visa”. De modo que el autor de la lista de discriminación de los musulmanes es Obama.
Respuestas a la orden ejecutiva
Todavía no se ha emitido, a esta hora, una respuesta oficial del gobierno sirio sobre la orden ejecutiva emitida por Donald Trump que hace referencia directa a ese país.
Libia tampoco ha emitido una declaración oficial sobre el tema.
Tampoco se conoce la respuesta de Yemen, país que recibió el primer ataque militar de la nueva administración estadounidense y con el que Trump estrena su prontuario de genocida. No se tiene una cifra exacta de las víctimas del ataque. Según la agencia Reuters, médicos de la zona rural de Yakla, en la misma provincia, dijeron que fallecieron 30 personas, entre ellas 10 mujeres y niños. La agencia AFP aseguró que el número de fallecidos es de 57, entre ellos 16 civiles: 8 niños, 8 mujeres. El gobierno estadounidense reconoció la baja de un soldado.
En Sudán, las principales críticas se realizaron en los medios de comunicación, según Prensa Latina. Sin embargo, no se reporta comentarios oficiales sobre el tema.
La Cancillería de Irán emitió de inmediato un comunicado en el que califica a la medida como “un insulto al Islam”:
“La decisión del Gobierno de Estados Unidos consistente en limitar la entrada de musulmanes a EE.UU. —aunque sea por un periodo temporal de 3 meses— es un claro insulto al mundo del Islam, en particular, a la gran nación iraní. Y pese a que justifican la medida como parte de la lucha contra el terrorismo y con el fin de preservar la seguridad del pueblo estadounidense, (esa decisión) se inscribirá en la historia como un gran regalo a los extremistas y a sus patrocinadores”
Un par de días después, la Cancillería iraní informó sobre la creación de un comité especial para abordar una respuesta adecuada a la orden discriminatoria.
“Tenemos todo bien meditado ante ese plan de EE.UU. y por tanto, como uno de los pasos, hemos formado un comité para hacer frente a esa medida”, comunicó el lunes el vocero de la Cancillería persa, Bahram Qasemi.
El parlamento iraquí exigió al gobierno una respuesta a la medida que consideran “injusta”. El líder del Movimiento Sadr de Irak, Muqtada al-Sadr, ha exigido este mismo domingo la salida de los ciudadanos estadounidenses del país: “Sería arrogante por parte de ustedes entrar libremente en Irak y en otros países mientras le prohíben la entrada en Estados Unidos(…) Por consiguiente, deberían sacar a sus ciudadanos”.
La primera demanda que desafía la orden ejecutiva fue interpuesta por dos ciudadanos iraquíes con vínculos con el ejército estadounidense, según reporta CNN en su página web. A pesar de haber obtenido sus correspondientes visas, fueron detenidos al llegar a Nueva York el día viernes.
Por su parte, la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) manifestó su preocupación por la orden ejecutiva de Trump y alertó sobre los peligros de los actos selectivos y discriminatorios que “sólo servirán para envalentonar el discurso radical de los extremistas y alentará más a los defensores de la violencia y el terrorismo”.
Washington en caos
Trump anunció la destitución de la procuradora general, Sally Yates, inmediatamente después de que declarara que había ordenado a los fiscales no defender la orden ejecutiva.
La batalla en el congreso es campal toda vez que se requiere la ratificaciones de los senadores que no paran de enumerar causas para retrasar las gestiones.
Varios legisladores han dejado constancia de no haber tenido información oportuna, ni haber sido consultados, ni notificados de la orden ejecutiva, más allá del hecho de que muchos de ellos aprueban su contenido.
Para hacernos una idea del tamaño alcanzado por las llamas, citamos a David Brooks:
“Pero aún más grave es que transcendió que tampoco invitó ni consultó a su propio gabinete en formación. Se reportó que el próximo secretario de Estado y ex ejecutivo en jefe de la Exxon Mobil Rex Tillerson dejó claro que no había sido consultado sobre el contenido de la orden. El general John Kelly, secretario de Seguridad Interna (dentro de la cual están la agencia de inmigración, aduanas y Patrulla Fronteriza -o sea, las que tenían que implementar las órdenes) tampoco fue consultado. El general John Mattis, el secretario de Defensa, como el jefe del estado mayor Joseph Dunford, aunque tenían conocimiento general de la orden, tampoco conocían los detalles hasta el anuncio público, algo que según algunos medios dejo algo irritado al general.”
LC