Varios grupos de investigadores, en la Universidad de las Islas Baleares, han desarrollado algunos modelos para comprobar cómo los monos, al igual que los humanos, usan la información sobre el sexo y el estatus social para articular sus percepciones sobre las marcas, icono y logotipos.
¿Nuestra susceptibilidad a estos factores tiene su origen en los mecanismos biológicos compartidos con otros primates que priorizan la información social?
Si es así, el marketing no ha inventado nada.
En la investigación se planteó si los primates mostrarían un comportamiento parecido al de los seres humanos ante el sexo y el estatus social publicitarios, y para averiguarlo, expusieron a un grupo de macacos (Macaca mulatta) distintos estímulos.
La imagen de arriba muestra como uno de ellos era siempre un logotipo y el otro eran diversas imágenes, algunas neutras y otras relacionadas con el sexo o el estatus.
«los monos forman preferencias por logotipos de marcas repetidamente emparejados con imágenes de genitales de macaco y monos de alto estatus».
O sea, prefieren los logos vinculados a sexo y poder. Además, según los investigadores, los macacos mantienen las preferencias por esas marcas incluso cuando esa preferencia es negativa para ellos (les reportaba menos comida, por ejemplo).
Estos resultados respaldan la hipótesis de que la «atracción» que nos genera el sexo y el estatus surge de algunos mecanismos ancestrales compartidos. Según explican, parece haber ciertas bases neuronales que nos ayudan a priorizar la información útil en el entorno social en el que nos encontramos.
LS