A pesar de que la reunión de los cancilleres del Grupo 20 (G20) celebrada en Argentina, se centra sobre el multilateralismo, la gobernabilidad, los desafíos frente a los avances tecnológicos, el comercio y la migración, otros espinosos temas internacionales se cuelan en la agenda.
Los casos de Venezuela, Siria, Irán y Palestina, también son abordados someramente en las reuniones preparatorias, generales y bilaterales, en donde se adelanta el documento que se firmará en la cumbre de jefes de Estado del G20, del 30 de noviembre al 1 de diciembre en Argentina.
“Las 20 principales economías del mundo no están en condiciones de llegar a un consenso sobre los temas álgidos internacionales”, indicaron los analistas.
El desencuentro, no responde solo a la ausencia de dichos temas en la agenda formal, sino también a las distintas visiones que sobre ellos tienen países como Rusia y China, en contraste con Estados Unidos y La Unión Europea, por ejemplo.
En la instalación del evento, posterior a la elección presidencial en Venezuela, el presidente anfitrión, Mauricio Macri, afirmó que ya el país petrolero “no es una democracia”.

Luego su canciller, Jorge Faurie, anunció que abordó el tema con el subsecretario de Estado de EE. UU, John Sullivan, quien acudió en representación de Mike Pompeo. De los presentes, también criticaron el evento electoral venezolano, Alemania, Australia, Canadá, Chile (invitado al encuentro) Estados Unidos y México. Catalogaron las elecciones donde la mayoría del pueblo venezolano apoyó a Maduro –con más de 6 millones de votos- como «ilegítimas».
Varios mandatarios de los países presentes anunciaron posibles medidas políticas, diplomáticas y financieras, para estrechar el cerco contra Venezuela.
Diversos analistas señalan al G20, como un organismo con una creciente intrascendencia y sobre todo ahora que Donald Trump patea desde la Casa Blanca el sistema multilateral.

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