«Queda prohibido por cualquier motivo: la utilización de mamíferos marinos, cualquiera que sea la especie en actividades de espectáculo, manejo, adiestramiento, entretenimiento y terapia; y celebrar espectáculos públicos o privados, fijos, incluyendo los espectáculos a domicilio o itinerantes, con cualquier especie de mamíferos marinos»
Así reza la reforma realizada a la Ley de Protección a los Animales de México, en las fracciones XXIII y XXIV del Artículo 25 de dicha norma, la cual fue publicada en Gaceta Oficial.
Esta medida viene agarrando fuerza para ahora consolidarse, ya que en 2014, la Asamblea Legislativa de este país había prohibido el uso de animales en los circos y quedaban estos espectáculos acuáticos por fuera de la norma, que ahora indica que la supervisión y aplicación de sanciones, corresponderá a las delegaciones.
Así mismo, ni delfines ni lobos marinos podrán ser utilizados en terapias. Esta misma semana los animales deben ser trasladados a santuarios para su resguardo, pero antes deben enviar a las autoridades las descripciones y características de dichos espacios para evaluar el hábitat de destino y en qué condiciones se encuentran los animales.
María Eugenia Rodríguez, bióloga marina, egresada de la Universidad de Guadalajara, asegura que los delfines catalogados como «nariz de botella» viven en familia y son extremandamente territoriales y cuando un miembro de su núcleo es raptado para ser usado en estos eventos, los integrantes que permanecen en el océano sufren igual que un humano, ante la pérdida de un familiar o ser querido.
Las autoridades estarán encargadas de sancionar a quienes violen estas nuevas disposiciones a través de su respectiva Dirección General Jurídica y de Gobierno.
VTB