El escándalo por la renuncia del vicefiscal general de EEUU, Rod Rosenstein, surge luego que fuentes cercanas filtraran que Rosenstein dimitió verbalmente antes de ser despedido por el presidente Donald Trump.
El Diario The New York Times reveló días antes que Rosenstein había intentado grabar a Trump de forma secreta para luego pedir su inhabilitación.
De esta manera la fuga de información publicada por Axios.com pone en tela de juicio nuevamente la imagen del presidente estadounidense, experto en figurar en casos de arbitrariedad.
Posterior a la renuncia verbal la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders informó que «en vista de que el presidente estaba ocupado con la Asamblea General de Naciones Unidas, se reuniría con el vicefical, el jueves cuando el presidente regrese a Washington«.
El vicefiscal era el responsable de supervisar la investigación del abogado especial Robert Mueller, sobre Rusia y el caso de las elecciones estadounidenses de 2016.

En días pasados en un mensaje en twitter, el presidente Trump reconoció que era objeto de investigación por sus conexiones con altos cargos rusos durante la campaña electoral y culpó, al fiscal general Rosenstein, de lo que a su juicio es una cacería de brujas.
Rosenstein además es el responsable del nombramineto de Robert Mueller, al fiscal especial encargado de investigar la trama rusa tras el despido del director del FBI, James Comey.
EC
Trump en una encrucijada antes de las elecciones legislativas