El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, dijo que la Segunda Enmienda Constitucional, que garantiza el derecho a portar armas, «nunca será derogada», «por mucho que a los (partidarios) demócratas les gustaría ver que esto suceda».
Esto, a propósito de que el juez retirado del Tribunal Supremo, John Paul Stevens, expresó en un artículo de opinión publicado por The New York Times, que la eliminación de la enmienda es la solución para acabar con la violencia armada en el país.
Stevens solicitó la derogación de la enmienda constitucional, a la que catalogó de «reliquia del siglo XVIII», lo que generó una nueva controversia sobre el acceso a las armas, días después de las 800 manifestaciones que se organizaron en diferentes lugares del país para exigir un control de armas.
No es un dato menor que la violencia armada ha dejado al menos 33 incidentes con armas en centros educativos en lo que va de año, según la organización Everytown for Gun Safety. Según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, desde el 2011, cada 64 días hay una matanza con arma de fuego en EE.UU.
La mayoría de los miembros del Partido Demócrata opta por eliminar la enmienda, mientras que los estadounidenses piden un mayor control de las armas de fuego, para dar un alto a la violencia en el país.
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