Wells Fargo pagará a las autoridades federales una multa de 1.000 millones de dólares a fin de resolver pleitos en torno a sus divisiones de hipotecas y préstamos, el más reciente capítulo en un extendido escándalo en el gigante bancario estadounidense.
Sin embargo, al parecer nada del dinero irá directamente a las víctimas de los abusos de la empresa.
Según el acuerdo anunciado, Wells pagará 500 millones a la Oficina del Contralor de la Moneda del Departamento del Tesoro y otros 500 millones a la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos (Cfpb por sus siglas en inglés).
La medida es notable porque es la primera multa emitida por esa agencia bajo el liderazgo de Mick Mulvaney, designado por el presidente Donald Trump en noviembre. Es además la multa más cuantiosa aplicada en la historia. La anterior es una de 100 millones de dólares, impuesta también a Wells Fargo.
La multa contra Wells Fargo era algo esperado. La empresa había avisado la semana pasada que estaba en negociaciones con las autoridades federales.
El banco reveló el año pasado que había forzado a los clientes a adquirir un seguro que no necesitaban cuando solicitaron préstamos para automóviles, lo que provocó investigaciones por parte de los reguladores estadounidenses y del estado de California.
Además, el banco fue acusado de imponer cargos inapropiados por bloquear las tasas de interés de nuevos préstamos hipotecarios.
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