Este 18 de marzo, Rusia vive una nueva jornada electoral presidencial a la que están convocados unos 109 millones de electores, cuyo proceso se desarrollará en un lapso de 22 horas, tiempo necesario para conocer si el actual presidente y candidato a la reelección, Vladimir Putin, quien enfrenta a ocho opositores, logrará obtener la mayoría absoluta en la primera ronda, para lo que necesita el 50 por ciento de los sufragios del electorado.
Un total de 97 mil 027 colegios electorales están dispuestos para que los ciudadanos rusos acudan a ejercer el voto. El primer territorio en iniciar el proceso electoral fue Kamchatka, península situada en el extremo Oriente ruso, la última que hará lo propio será la región portuaria de Kaliningrado.
Un proceso electoral caracterizado por el sufragio universal directo en una única circunscripción electoral nacional para un período de mandato de seis años.
Putin, candidato independiente apoyado por Rusia Unida y Frente Popular Panruso, enfrenta en esta oportunidad a Pavel Grudinin de las Fuerzas Patrióticas Nacionales de Rusia; al liberal demócrata Vladímir Zhirinovski; Sergey Baburin de la Unión Panpopular Rusa, Grigory Yavlinsky (Yabloko); Boris Titov (Partiya Rosta); la periodista y actriz, Ksenia Sobchak (Iniciativa Cívica) y Maxim Suraykin (Comunistas de Rusia).
Platov, como se le conoce a Putin, ya ha ejercido anteriormente dos mandatos presidenciales consecutivos, lo que lo convierte en el hombre que más tiempo ha estado en ese cargo desde la caída de la Unión Soviética (URSS) y acude a esta jornada electoral con unos niveles de aceptación galopantes.
Es que desde 2016, el partido que lo apoya Rusia Unida, se reforzó no sólo por tener más de 2 millones de afiliados y presencia en los 83 sujetos federales de ese país, sino que lideró los comicios legislativos adelantados con 343 diputados en la Duma Estatal, más de un centenar de diputados que en las elecciones anteriores, pese a perder 11 por ciento de los votos en las primeras votaciones con la región de Crimea incorporada a Rusia.
EE.UU. intentó boicotear elecciones rusas
La embajada rusa en Estados Unidos acusó al portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, de injerir en los asuntos internos de Rusia, luego que a través de las redes sociales el funcionario estadounidense asegurara que la Comisión Electoral Central (CEC) rusa, habría denegado el estatus de observadores a más de 5 mil representantes de medios de comunicación independientes y cuestionara la transparencia de los comicios.
Al respecto, Ela Pamfílova, jefa de la CEC, calificó de mentirosas las declaraciones del portavoz de «irrisorio» el nivel de profesionalismo «de las personas que representan oficialmente al Departamento de Estado». Sostuvo que a su juicio los representantes de la Casa Blanca basan sus declaraciones en los datos dudosos que circulan en internet y redes sociales.
GB