Un informe desvela que pruebas nucleares realizadas por Estados Unidos en las Islas Marshall generaron cáncer y abortos espontáneos a pobladores de esa región costera.
El documento devela que el poder explosivo de las armas que usaron eran tan grandes que alcanzó el equivalente a 1,6 de tamaño por día de la bomba atómica que lanzó Estados Unidos sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, con una bomba de 21 kilotones lanzada sobre Bikini, durante los 12 años siguientes EE.UU. continuó realizando sus pruebas bajo el pretexto de que estaba actuando “por el bien de la humanidad”.
Un total de 67 pruebas nucleares en las Islas Marshall, mayoritariamente en el Atolón Bikini, entre los años 1946 y 1958, realizadas a partir del 1 de marzo de 1954, fue 1000 veces más potente que la bomba que mató a 146 mil personas en Hiroshima.
Ben H. Wyatt, quien estuvo al frente de los trabajos, reunió a los residentes del Atolón Bikini para pedirles que salieran temporalmente de su isla para que Washington pudiera probar una nueva arma llamada bomba atómica, estos aceptaron la solicitud, sin darse cuenta de lo que podría suceder.
Al menos un millar de los lugareños tuvieron que ser trasladados a otras islas del archipiélago y aún así el resultados de las pruebas que se les realizó posteriormente determinó el aumentó de las tasas de cáncer de leucemia, tiroides, estómago, colon; así como abortos involuntarios e islas completamente deshabitadas.
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