El gobierno ecuatoriano levantó el estado de excepción en la capital de ese país, luego de que rindieran fruto las presiones que grupos ciudadanos y movimientos indígenas, hicieron contra las medidas neoliberales impuestas por el presidente Lenin Moreno. Este lunes Ecuador respiraba calma tras el anuncio que el Ejecutivo retiraría su propuesta llamada popularmente como “paquetazo”, en la que establecía un aumento de 150% en los combustibles y otras medidas que afectaban el bolsillo de los trabajadores.
Las exigencias presentadas por los grupos indígenas para poder dialogar con las autoridades, pasaban por el retroceso en las medidas dictadas hace doce días, y que el presidente Moreno se negaba a negociar. Sin embargo, en un giro de la situación, el gobierno accedió a levantar momentáneamente el paquete impuesto para cancelar las deudas contraídas con el Fondo Monetario Internacional.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), Jaime Vargas, pidió el levantamiento de protestas y trancas de vías, al tiempo que felicitó la gesta popular que calificó de victoria. «Reconocemos la valentía de hombres y mujeres que salimos a nuestras calles; creo que es el único camino de buscar vías importantes para un verdadero desarrollo del país«.
El pueblo pide más
Los movimientos indígenas, contentos con el retiro de las medidas neoliberales, pide también la remoción de sus puestos a la ministra del Interior, María Paula Romo, y al ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, responsables directos de la represión que durante las manifestaciones populares cegaron la vida de diez personas, hirieron a más de 2 mil y encarcelaron a más de mil en diferentes ciudades del país andino.
También exigen la liberación de todas las personas encarceladas por las jornadas de protesta y condicionan estas solicitudes a la paz nacional. «Ya no queremos más represión, desde este momento», dijo Jaime Vargas al tiempo que condicionó que tras la salida de esos ministros, «el pueblo ecuatoriano tendrá paz y libertad«.
RB