«Errar es de humanos» es una frase que hemos escuchado en muchísimas oportunidades; jugadores y entrenadores se equivocan un montón de veces durante un encuentro y es algo que se toma con la mayor normalidad ¿Pero qué pasa cuando quien se equivoca es el árbitro?
Para evitar o minimizar el efecto que pudiera tener en un enfrentamiento deportivo las decisiones tomadas por los árbitros, los altos jerarcas de cada deporte han optado por el uso de la tecnología.
Si observamos un encuentro de béisbol, baloncesto, tenis y (ni hablar) de fútbol americano, notamos rápidamente como el uso de la tecnología es vital para el desenvolvimiento de dicha actividad.
Increíblemente, a pesar de ser el deporte más practicado y seguido a nivel mundial, el fútbol es la actividad física que más problemas ha tenido para adaptarse a los nuevos tiempos en materia tecnológica.
Muchos dirán: si algo está bien, no lo cambies. Y en parte tienen razón. Pero lo ocurrido esta última semana en los encuentros Real Madrid-Bayern Munich, Roma-Liverpool y Barcelona-Real Madrid, tiene que llamar la atención de los encargados de llevar las riendas dentro del fútbol.
Las decisiones arbitrales fueron influyentes dentro de los resultados y perjudicaron directamente a distintos equipos (beneficiando a otros).
Ya no se trata simplemente de una necesidad, debe ser obligatorio el uso de la tecnología en las distintas ligas de fútbol a nivel mundial. Con ello se reducirían problemas como los que hemos visto los últimos días.
La buena noticia es que en Rusia 2018 los árbitros podrán utilizar el vídeo para determinar ciertas situaciones y aunque es un gran avance aún nos quedan muchas dudas:
¿Por qué han tardado tanto en adaptarse a los nuevos tiempos?
¿Por qué no se utiliza la tecnología en todas las Ligas?
¿No le conviene al negocio del fútbol?
Muchas preguntas, pocas respuestas. ¡Sea usted el Árbitro!
IG TW JJuniorCordero
Junior Cordero