La expresión popular “no dar puntada sin dedal”, calza perfectamente a las políticas de planificación chinas, que se han caracterizado por dar grandes pasos sólo cuando se han evaluado todos los escenarios favorables y adversos. El caso del gigante de las telecomunicaciones Huawei es un claro ejemplo de ello.
Al parecer para los chinos era previsible que desde Estados Unidos se tomaran acciones que perjudicaran a sus empresas, por lo cual la evaluación de diferentes situaciones siempre fue primordial para los dueños de Huawei Tecnologies, que desde hace 7 años vienen desarrollando su propio software paralelo al Android, como medida preventiva a alguna prohibición estadounidense.
En una reunión efectuada a puerta cerrada, Ren Zhengfei, presidente de Huawei, convocó a su equipo de confianza años atrás para evaluar el crecimiento de Android y la dependencia de su marca con este software, lo que podría hacerla vulnerable en caso de futuras prohibiciones.
No estaban lejos de la realidad, por eso es que aquella reunión conocida como “reuniones a orillas del lago”, por efectuarse en las cercanías del lago Shenzhen, se decidió desarrollar un sistema operativo propio que reemplazara en sus productos al de la empresa norteamericana. Del desarrollo de esta tecnología se conoce su nombre, Hongmeng y que está basado en Linux y Java para garantizar su compatibilidad con Android.
Aunque Huawei aún no está completamente preparada para lanzar su sistema operativo formalmente al mercado, las pruebas que se realizan están dando resultados satisfactorios. Se había anunciado que el sistema operativo estaría listo para su comercialización a finales de este año, pero todavía no hay confirmación de ello. En todo caso, los chinos ya nos han acostumbrado a las sorpresas.
RB