El mundo sería totalmente diferente si los españoles no hubiesen invadido el continente americano y “exportado” una inmensa cantidad de saberes de los pueblos originarios: el oro y la plata del “Nuevo Continente” no habrían alimentado el desarrollo económico y tecnológico del occidente europeo, el planeta seguiría siendo cuadrado, el tomate estaría ausente de la gastronomía italiana y los grandes pintores europeos no habrían sido tan magníficos.
Esto último se debe a que el color generado por la grana cochinilla, un insecto parásito de plantas que se reproduce sobre las tradicionales pencas de nopal mexicanas, se descubrió en Europa y pasó a ser altamente cotizado.
La cochinilla se usaba para colorear textiles y pintar paredes durante el florecimiento de las civilizaciones mesoamericanas. Posteriormente, su alta demanda se extendió hasta Europa, donde cobró importancia para pintores como Vincent Van Gogh debido a las llamativas tonalidades de rojo que brindaba.
Hoy en día su uso volvió a cobrar importancia, puesto que el Museo Nacional de Bellas Artes de la Ciudad de México se dio a la tarea de reunir a cientos de obras de diferentes artistas mundialmente conocidos, que han usado ese color ancestral mexicano para crear sus obras.
Nunca se había realizado una exposición con esta temática, que no tiene que ver con el color rojo, sino con un material tradicional mexicano proveniente de un insecto que cambió la historia del arte y que se encuentra presente en todos los códices del México antiguo.
https://www.youtube.com/watch?v=ZnC6skMZSJM
Con información de HispanTV
JA
¿Te imaginas a un ser humano que pueda ver 99 millones de colores más que tú?