Luego de más de una semana de silencio por parte de autoridades haitianas, en medio de un turbio escenario debido a protestas, el presidente de Haití, Jovenel Moïse, se ha negado rotundamente a aceptar un gobierno de transición, por lo que manifestó su disposición de emprender un diálogo nacional a fin de contrarrestar la situación violenta que persiste en el país.
«Hemos conocido a muchos gobiernos de transición que han causado muchas catástrofes y desórdenes y que han traído el miedo al país. La sangre se ha derramado sin motivo, el Estado ha quedado debilitado y las condiciones se han deteriorado», manifestó Moise.

El mandatario haitiano se mostró dispuesto a escuchar el clamor del pueblo, quien pide su renuncia luego de que fuese señalado de desviar fondos de Petrocaribe. Sin embargo, Moise, se niega a dimitir y a dar paso a un gobierno de transición, por considerar que esta última acción le abriría las puertas al narcotráfico en el país, agravando aún más la situación.

«Mientras sea jefe del Estado no abandonaré el país frente a las bandas armadas y los traficantes de droga«, indicó el presidente.
Desde el pasado 7 de febrero, miles de personas han salido a las calles de Haití, lo cual ha dejado como consecuencia destrozos en las principales avenidas, saqueos de comercios y un total de 7 personas fallecidas.
YR