Un incendio forestal, aún sin controlar, quemó hasta ahora un millar de hectáreas en la isla de Gran Canaria, provocó el desalojo de más de 550 personas en tres municipios, y llegó a amenazar a un parque natural.
El fuego comenzó ayer en el oeste de la isla, una de las más grandes y pobladas del archipiélago, y aunque no llegó a ningún casco urbano, debieron evacuar los municipios de Tejada, Artenara y Gáldar, situados en la denominada cumbre de Gran Canaria, a unos mil 200 metros de altitud.
Importante despliegue antiincendios
En la extinción del incendio, que se ha visto complicada por el viento, trabajarán hoy 177 especialistas, entre ellos la Unidad Militar de Emergencias (UNE), una unidad especializada del Ejército español, además de más de diez medios aéreos y centenares de efectivos de otros organismos.
El presidente regional de Canarias, Ángel Víctor Torres, declaró este domingo que las llamas han afectado al «corazón de la isla», y señaló que se debieron a una «negligencia» de una persona que trabajaba con una maquinaria sin la debida prudencia, y ha sido detenido por la Guardia Civil.
El viento no ayuda
Lo que empezó como un pequeño incendio que ayer afectaba a 112 hectáreas, se vio recrudecido por el viento, que extendió el fuego hasta alcanzar las mil hectáreas de hoy. Como cada verano, las Islas Canarias, región tradicionalmente seca, se encuentra en alto riesgo de incendios forestales y lo estará hasta el próximo 30 de septiembre.
FF