La violencia machista en México se ha cobrado la vida de más de 23 mil mujeres en los últimos 10 años y se estima un número semejante de infantes y adolescentes huérfanos como daño colateral. La mayoría de ellos no están registrados como tales ni reciben ayuda del Estado.
Si bien en el 2001 – para atender los casos de violencia de género – se creó el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y en el 2007 se promulgó la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, quedó un vacío legal para lo concerniente al registro, la atención y el apoyo a las víctimas directas y colaterales.
Por tal razón, 7 años después, en 2014 se conformó la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), con la finalidad de atender y apoyar a las víctimas de un delito federal o de violación a sus derechos humanos, para que éstas obtengan “verdad, justicia y reparación del daño”.
Los huérfanos: una emergencia nacional
Nadine Gasman, titular del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres), manifestó que el Gobierno federal hará un censo y diseñará una política nacional de atención integral —económica, psicosocial y educativa— desde una perspectiva de género.
Para tal fin se instaló una serie de mesas técnicas que revisa en los 32 Estados desde junio quiénes son las víctimas colaterales de los feminicidios perpetrados en 2019 para darles la debida atención.
Inmujeres “saca la cuenta” y es escalofriante
Una estimación inicial indica que más de 3.300 niños quedaron en orfandad hasta mayo de este año. El número surge de multiplicar los feminicidios y homicidios dolosos contra mujeres – 1.500 según el registro del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) – por la tasa de natalidad de 2.21 hijos por mujer según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID).
De acuerdo con estos cálculos el año pasado hubo más de 8.100 huérfanos en el país azteca. Si bien algunas mujeres asesinadas no tenían hijos, otras tenían hasta cinco, por lo cual incluso estimaciones a la baja, de quienes cuentan un niño por mujer, dan más de 3.600 huérfanos en 2018.
Omisiones y falta de registro dificultan el reconocimiento y la atención de los menores huérfanos por feminicidio
Los huérfanos por feminicidio deben estar amparados en la Ley General de Víctimas —creada en 2013 y reformada en 2017— bajo la figura de víctimas indirectas, “los familiares o aquellas personas físicas a cargo de la víctima directa que tengan una relación inmediata con ella”.
Según este instrumento legal las autoridades de todos los ámbitos de gobierno, dependencias e instituciones públicas tienen que velar por su protección y brindarles protección inmediata – en especial en áreas como salud, educación y asistencia social – además de garantizar las medidas de reparación integral. No obstante, sin un registro nacional se desconoce cuántos menores deberían ser amparados.
Según diversos especialistas no se logra la reparación integral del daño por: deficiencias en la investigación, omisiones en el proceso judicial, desconocimiento de los funcionarios sobre los derechos de las víctimas indirectas, y que ninguna dependencia federal tiene la facultad u obligación de hacer un registro oficial de estos casos.
AMLO “toma cartas en el asunto”
En marzo pasado el gobierno de México, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, anunció como parte de la estrategia para combatir la violencia de género la creación de un registro de víctimas indirectas – particularmente menores de edad – que sean dependientes económicos de mujeres asesinadas para brindarles un acompañamiento integral.
Para tal fin Inmujeres revisará los expedientes de muertes violentas de mujeres desde enero de 2015 – año en que se inició el registro anual de feminicidios – para generar un registro de huérfanos con los datos que proporcionen las 32 fiscalías y procuradurías mexicanas, aunque ese registro será solo una muestra.
Se espera que para mayo de 2020 se tengan los resultados para tomar las acciones correspondientes.
Enza García Margarit