Lógica: “modo o manera particular de pensar, de ver, de razonar o de actuar que se considera coherente, racional o de sentido común”. Con base en esa definición, bien puede afirmarse sin duda alguna, ni tampoco discusión y con precisión de cirujano, que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es un hombre “razonablemente lógico”.
¿Argumentos? Basta recordar una frase de su más reciente mitin político, en Tulsa, Oklahoma, referente a las pruebas de detección del Covid-19: “Las pruebas son una espada de doble filo (…) Cuando haces muchas pruebas, vas a encontrar muchos casos. Por eso le dije a mi equipo: vayan más lento con las pruebas por favor”.
Semanas atrás ya había presentado un aperitivo de entrada: “Si no haces pruebas, no tienes ningún caso. Si dejáramos de hacer pruebas ahora mismo, tendríamos muy pocos casos”. ¿Lo ven? Lógica pura.
Ahora, sus palabras podrían hacer reír desaforadamente, en lugar de provocar risas nerviosas, si no hubieran sido pronunciadas en medio de la pandemia mundial más peligrosa en 50 años y cuyo epicentro es Estados Unidos, país que hasta este 30 de junio reportaba más de 2,6 millones de casos y de 127 mil fallecidos.
Los 25 millones
La actitud de Trump resulta más preocupante después de escuchar a Robert Ray R. Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), máxima autoridad en materia sanitaria en la nación norteamericana, quien en conferencia de prensa telefónica ofrecida esta semana lanzó una advertencia que enciende las alarmas.
“Es probable que la cantidad de personas que han sido infectadas con el coronavirus en Estados Unidos sea 10 veces más alta que los 2,4 millones de casos confirmados”, alertó el también administrador de la Agencia de Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades, según reseñan medios de su país.
Los periodistas, al pedirle confirmación de sus palabras, obtuvieron como respuesta: » Nuestra mejor estimación en este momento es que por cada caso que se informa, en realidad hay otras diez infecciones». Por tanto, ya EE. UU. podría haber sobrepasado los 25 millones de casos positivos, aunque más del 90 % aún no hayan sido detectados y alrededor de la mitad sean asintomáticos.
Pruebas serológicas
Pero, ¿cómo llegó el director de los CDC a esa conclusión tan alarmante? Indicó que la proyección se extrajo tras examinar muestras de sangre en todo el país en busca de la presencia de anticuerpos del virus SARS-CoV-2.
En ese sentido, explicó que las pruebas examinan la sangre de una persona en busca de indicadores de que el sistema inmunológico activó una respuesta a la infección. De allí, se determinó que entre 5 % y el 8 % de la población lo hizo y, por ende, ha estado expuesta al virus.
Sin embargo, un riesgo de estas pruebas es que si se hacen en la primera semana del contagio hay una alta probabilidad de que el resultado sea negativo, ya que el organismo puede tardar hasta 10 días en liberar los anticuerpos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En mayo, Maria Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS, había explicado a los medios que “cuando una persona se contagia de Covid-19 desarrolla anticuerpos y despliega parte de una respuesta inmune entre una y tres semanas después de la infección”. No obstante, aunque el ente aún no ha comprobado que esa respuesta del sistema inmune quiera decir que tiene inmunidad, sí tiene claro que esa persona podría infectar a otras.
Ante ello, expertos virólogos de los CDC defienden que, contrariamente a lo que piensa y profesa la administración Trump, la pandemia permanece en sus primeras etapas y el deber de las personas es continuar tratando de limitar la propagación viral.
Las palabras de Redfield llegan justo cuando el recuento de casos continúa aumentando a niveles récord en muchos estados, durante los meses de clima cálido en los que se esperaba que se registrara una pausa en la pandemia. Esta semana, el registro de casos diarios superó los 40 mil nuevos contagiados en EE. UU.
No importa la fecha en el calendario
El director de los CDC informó que aunque se creía que las personas mayores de 65 años enfrentaban un mayor riesgo, se eliminó ese marcador, porque aunque el riesgo sí aumenta constantemente con la edad, hoy son los más jóvenes la vanguardia de la transmisión.
«Los jóvenes, muchos de ellos recientemente en movilización después de meses de confinamiento, se han sometido a pruebas con más frecuencia en las últimas semanas y han impulsado el aumento en los casos en el sur y el oeste» del país, manifestó.
Por ello, instó a la ciudadanía a sopesar sus riesgos individuales a medida que avanzan en sus vidas. «Cuando debes salir a la comunidad, estar en contacto con pocas personas es mejor que muchas, y los períodos más cortos son mejores que los más largos». Asimismo, recordó lo esencial que resulta para la salud el distanciamiento social, lavarse las manos con frecuencia y cubrirse bien la cara.
«Este virus causa muchas infecciones asintomáticas. El enfoque tradicional de buscar enfermedades sintomáticas y diagnosticarlas obviamente subestima la cantidad total de infecciones», argumentó, para luego recordar que cerca de la mitad de los casos no presentan síntomas.
Hablan más expertos
Este martes 30 de junio se sumó al llamado de alerta el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Anthony Fauci, quien advirtió que el número de casos diarios podría elevarse a 100.000, si las autoridades no logran contener la propagación de la pandemia.
En una comparecencia ante el Senado, refirió las proyecciones de los CDC y agregó como una causa del auge de la incidencia del Covid-19 en EE. UU. el “desprecio de la población por el distanciamiento social”.
El epidemiólogo más respetado en el país hizo énfasis en ese último punto: “Si miran lo que está sucediendo (…) reuniones multitudinarias de personas, a menudo sin máscaras, que ignoran las pautas que elaboramos con mucho cuidado (…) son una receta para el desastre”.
Por su parte, el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, también alertó hace unos días que «la ventana se está cerrando» para que EE. UU. tome medidas para frenar la pandemia. Sin embargo, reconoció que para tener éxito es fundamental que la ciudadanía «actúe de manera responsable», respete el distanciamiento social y el uso de tapabocas.
Las fiestas Covid
Autoridades sanitarias de varios estados han reportado en estos meses de pandemia la realización de «fiestas BYOC» (Bring Your Own Covid-19 o “Trae Tu Propio Covid-19”). En ellas, personas no infectadas se mezclan con casos positivos porque creen que si contraen el virus intencionalmente pueden hacerse inmunes.
Por ejemplo, en el estado de Washington (noroeste), el secretario de Salud regional, John Wiesman, reportó a principios de mayo que al menos 100 personas se contagiaron de esa manera en el condado de Walla Walla, al sureste de Seattle.
De acuerdo con versiones oficiales, los asistentes a estas reuniones son principalmente jóvenes, una población que se muestra más reacia a practicar el distanciamiento social.
Esa actitud supremacista puede vincularse con una teoría conocida como “inmunidad de rebaño”, que propone el “contagio controlado” para acelerar la generación de anticuerpos y de una barrera inmunológica. No obstante, uno de los gobiernos que aplicó esta “estrategia” fue Suecia y el resultado actual es: más de 68 mil casos y de 5.000 muertes, ubicándose en el puesto 23 de los países más afectados.
¿Hay también más muertes?
Una investigación desarrollada por la agencia BBC concluyó que cuando el mundo registraba 440 mil muertes — el 19 de junio — en realidad había otras 130 mil no contabilizadas como producto del Covid-19.
Los periodistas Becky Dale y Nassos Stylianou revisaron los datos de mortalidad preliminares de 27 países y detectaron que la cifra general de defunciones durante la pandemia, sea cual sea la causa, ha sido superior al promedio registrado en el mismo periodo en años anteriores.
“El llamado ‘exceso de muertes’ o ‘exceso de mortalidad’, que muestra el número de muertes por encima del promedio, sugiere que el impacto humano de la pandemia excede los datos oficiales publicados por los diferentes gobiernos del mundo”, destacó la agencia británica.
En el caso de Estados Unidos, el estudio concluyó que entre el 16 de febrero y el 2 de mayo “la cifra de muertes fue 16 % más alta que el promedio, con un total de 97.300 defunciones más que lo habitual”.
Entonces, si para el 2 de mayo la cifra de fallecidos era de 70.266, significa que en el periodo de estudio el “exceso de muertes” fue de 26.986, y muchas de ellas pueden atribuirse al Covid-19, bien sea porque eran personas que no se realizaron la prueba o se la hicieron pero fallecieron antes de obtener los resultados.
Desde esa fecha hasta hoy han pasado casi dos meses y la pandemia ha empeorado. ¿Cuántas muertes en Estados Unidos habrán sido causadas por el coronavirus? El tiempo pasará y lo revelará, probablemente ya con Donald Trump expulsado de la Casa Blanca y de regreso y con buena salud en una de sus lujosas mansiones.
Manuel Rodríguez / VTactual.com
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