Una serie de desacertadas políticas, e intervenciones desafortunadas en medios de comunicación ha logrado que Macron baje sus niveles de popularidad a niveles insospechados en un año, disminuyendo un promedio de 10% mensual durante el 2018.
El instituto Ifop para el Journal du Dimanche, cifra en un 40% el número de franceses satisfechos con la actuación de Macron. Son 14 puntos menos que en julio, mientras el instituto Odoxa lo sitúa en un 29%.
Noticias como que tan solo en tres meses se ha gastado 26.000 euros en maquillaje para mantener su imagen ante los medios, esta acción ha sentado muy mal en una población que espera ansiosa saber cómo les afectarán los recortes previstos en los próximos presupuestos.
Simpatizantes de izquierda y de derecha arremeten con fuertes críticas al presidente francés, que se enfrenta a escándalos diariamente por el reciente presupuesto militar, por las huelgas que, dos veces por semana, paralizan buena parte del transporte ferroviario del país en protesta por su proyecto de reforma y por su manera de llevar las denuncias sobre los trabajadores desplazados.
La sociedad francesa aumenta los temores que el presidente no cumpla las promesas hechas en su campaña electoral mientras los ministros de Transición Ecológica, Nicolas Hulot, y de Deportes, Laura Flessel, quienes eran los más populares del gabinete gubernamental, firman su renuncia, al igual que distintos alcaldes.
OSM