La madrugada de este martes un destacamento militar de Zimbabue tomó la sede de la emisora nacional del país, en medio de toda la tensión política entre el jefe del Ejército, Constantine Chiwenga, y el presidente del país, Robert Mugabe, y dandole finalmente crédito a los rumores de un golpe de estado.
Chiwenga, jefe del partido, ha confirmado que el mandatario y su familia están detenidos y se encuentran seguros. También anuncó que el nuevo presidente interino es el exvicepresidente Emmerson Mnangagwa.
«Tanto por la Constitución como por el bien del país, esto era necesario. Ni Zimbabue ni ZANU son propiedad de Mugabe ni de su mujer. Hoy empieza una nueva era y el camarada Mnangagwa nos ayudará a conseguir un Zimbabue mejor», ha asegurado en su cuenta de Twitter el partido gubernamental zimbabuense.
La formación política que ha liderado Zimbabue durante las últimas décadas ha subrayado que lo sucedido en las últimas horas «no ha sido un golpe de Estado» sino que ha habido «una decisión de intervenir» porque la Constitución «ha sido socavada».
De acuerdo a esto, «Emmerson Mnagngawa será el presidente de ZANU PF como establece la Constitución de nuestra organización revolucionaria», ha asegurado el partido hasta este martes liderado por Mugabe.