El Gobierno de EEUU desde esta semana ha comenzado a denegar visas a las parejas solteras y del mismo sexo de diplomáticos, funcionarios y empleados extranjeros que prestan servicio en su misión ante la Organización de las Naciones Unidas.
Otra de las exigencias hechas a los que ya se encuentran en EEUU es que se casen antes de fin de año o que abandonen el país.
La información fue dada a conocer a través de una comunicación remitida a la ONU en la que explican, que la decisión forma parte de las reformas puestas en marcha por ese país con el objetivo de adaptar sus políticas a la decisión del Tribunal Supremo, que en 2015 legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en el país.

«De conformidad con la política del Departamento de Estado, los asociados que acompañan a los miembros de las misiones permanentes o que desean ingresar en ellas deben estar casados en general para tener derecho a un visado diplomático«, detalló la Casa Blanca.
UN Globe, una asociación que defiende los derechos de los empleados LGBT de Naciones Unidas, criticó en un documento lo que calificaron como un «desafortunado» cambio de las normas, recordando que las parejas del mismo sexo «tienen opciones limitadas en lo que respecta al matrimonio».

Por su parte, la antigua embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, también ha mostrado su rechazo a la medida calificándola de «innecesariamente cruel e intolerante» ya que «sólo un 12 % de los Estados miembros de la ONU permiten el matrimonio del mismo sexo».
NP