Una serie de acciones sancionatorias y fuertes palabras entre los gobiernos de Estados Unidos (EE.UU.) e Irán caracterizaron la jornada de este viernes, luego de que el país persa realizara esta semana una prueba de un nuevo misil balístico como parte del desarrollo de su programa de defensa nacional.
En primera instancia, el Departamento de Tesoro de EE.UU. informó, a través de un comunicado, que se aprobaron nuevas sanciones contra 13 individuos y 12 entidades iraníes.
Según la nota, la lista de entidades incluye a empresas con sede en Teherán (capital iraní), Emiratos Árabes Unidos (EAU), El Líbano y China. El texto afirma que el objetivo principal de la medida es presionar a Teherán por su programa de misiles.
Posteriormente, el gobierno de Irán condenó estas nuevas sanciones y aseguró que impondrá restricciones a individuos y entidades estadounidenses que apoyan el terrorismo.
«Como represalia a las sanciones ilegales impuestas por EE.UU. contra varios ciudadanos y empresas iraníes, la República Islámica impondrá, de manera recíproca, restricciones contra ciertos individuos y entidades estadounidenses que hayan desempeñado un rol en la creación y el apoyo a grupos terroristas regionales, así como en la matanza de pueblos indefensos», comunicó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán.
Además, el texto resalta que estas medidas infundadas del nuevo Gobierno norteamericano, so pretexto de ejecutar ensayos de misiles de Irán, «no son compatibles» con los compromisos de EE.UU. y la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre el acuerdo nuclear iraní, firmado, en el año 2015, entre Teherán y el Grupo 5+1, (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
Más temprano, el ministro de Relaciones Exteriores persa, Mohamad Javad Zarif, aseguró que “en Irán no nos alteran las amenazas, porque contamos con nuestro pueblo para garantizar nuestra seguridad”, en respuesta a las amenazas y acciones realizadas por el presidente Donald Trump, quien desaprobó la prueba del misil defensivo.
El canciller agregó, a través de su cuenta en la red social Twitter, que Irán «jamás iniciará una guerra, pero sólo dependemos de nuestros propios medios para defendernos».
Aseveró que han “suplicado” ante otros países la obtención de un misil tipo SCUD para defender a la nación pero con resultados infructuosos.
«Tenemos derecho a un mínimo rudimentario para defendernos e impedir la llegada de un nuevo Sadam Husein que nos ataque con armas químicas», señaló Zarif en referencia al dictador iraquí que impulsó una infructuosa y sangrienta guerra con Irán durante los años 80.
En ese sentido, sentenció que «la comunidad internacional ha fracasado miserablemente a la hora de protegernos», y recalcó que Irán es «el país más estable, más seguro y más beneficioso para los negocios de toda la región».
Por otro lado, el presidente Trump publicó temprano, en la mañana del viernes, que “Irán está jugando con fuego, no aprecian lo amable que fue con ellos el presidente (Barack) Obama. ¡Yo no (lo seré)!”, en relación a la prueba del misil y la negociación que realizó la anterior administración sobre el programa nuclear de Irán.
La referida prueba generó una reacción negativa de Washington, que acusó a Teherán de violar el acuerdo nuclear entre el país persa y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) y la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Sin embargo, la República Islámica ha tildado de “infundada” la advertencia lanzada por Washington, asegurando que estos misiles no están diseñados para portar ojivas nucleares y que la política defensiva de Irán no es en modo alguno negociable, como lo ha anunciado en reiteradas ocasiones.
Con información de HispanTV y EuropaPress
JA