El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, eliminó el martes un programa que protege de la deportación a casi 800.000 jóvenes que ingresaron al país ilegalmente cuando eran niños y ordenó desmantelar gradualmente la iniciativa, en un plazo de seis meses, para que el Congreso elabore una nueva legislación.
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, fue el encargado de anunciar que se pondrá fin a la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), un programa de Barack Obama que protegía de la deportación a miles de indocumentados.
“Estoy aquí para anunciar que el programa DACA, promulgado por la Administración de Obama, va a ser rescindido”, dijo Sessions en una rueda de prensa efectuada en Washington.
Sessions justificó la decisión para “terminar el irrespeto al proceso legislativo del gobierno pasado” y por considerar el decreto “un ejercicio inconstitucional de autoridad por parte del Poder Ejecutivo”.
“Todas las políticas migratorias deberían respetar a los ciudadanos estadounidenses y a los inmigrantes que están aquí de forma legal”, agregó durante su alocución.
Trump puede acabar con el DACA mediante una orden ejecutiva, el mismo mecanismo que Obama usó para promulgar el plan con carácter temporal, pero el Congreso es el único que tiene capacidad para aprobar leyes y cambiar el sistema migratorio de Estados Unidos.
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