Por lo menos 40 peregrinos murieron y otros 120 resultaron heridos tras una doble explosión que se produjo en el área de Bab Musalla, en el centro de Damasco, capital siria, informó el Ministerio de Exteriores de Irak en un comunicado.
«Los datos preliminares apuntan a que unos 40 iraquíes fallecieron y 120 resultaron heridos cuando explotaron sus autobuses», señaló la Cancillería iraquí, agregando que está siguiendo la situación a través de su Embajada en Damasco.
De acuerdo al Observatorio Sirio de los Derechos Humanos ubicado en Londres, las víctimas podrían ascender a 46 fallecidos. El número de muertes también pudiera aumentar ya que muchos de los heridos se encuentran en estado crítico, según fuentes médicas.
Según informaciones preliminares, ambas explosiones fueron causadas por artefactos explosivos que podrían estar sincronizadas, ya que la segunda se dio 10 minutos después de la primera, generando víctimas entre los socorristas que ayudaban a los afectados por la primera detonación.
La Cancillería de Irak creó un centro de gestión de crisis en cooperación con las autoridades sirias, reseña el mencionado comunicado. El ministro iraquí de Transporte, por su parte, ordenó el envío de aviones para repatriar los cuerpos de las víctimas y a los heridos.
Los peregrinos se dirigían a rezar al cementerio luego de visitar el santuario de Sayeda Zeinab en las afueras de Damasco. Sayeda Zeinab -la nieta del profeta Mahoma- es venerada por los chiíes y su santuario es un sitio de peregrinaje masivo de creyentes de todo el mundo.
El coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU en Siria, Ali al Zaatari, expresó su repudio al doble ataque terrorista y extendió sus condolencias a las familias de las víctimas.
«La ONU lamenta profundamente el asesinato de gente inocente en el barrio de Al Shagur de la ciudad de Damasco como resultado de la explosión que perpetraron los terroristas esta mañana», señaló Al Zaatari en un comunicado.
Hasta el momento nadie ha reivindicado el ataque, pero la milicia terrorista Estado Islámico (EI, Daesh en árabe) proclamó la autoría de atentados similares perpetrados en el país en anteriores ocasiones. Los extremistas del EI consideran a los chiitas renegados de la “verdadera” fe.
Los ataques en Damasco son poco comunes, dado que la capital del país está muy protegida por las tropas del presidente Bashar al Assad.
Con información de Sputnik, Sana, Reuters y DW.
JA