En los Estados Unidos batir un récord es un propósito de todos los días, pero en esta oportunidad, el récord que ha batido la deuda pública del país norteamericano, no parece hacerle mucha gracia a su gente. A 22 billones de dólares arribó el endeudamiento de esa nación según reporta el Departamento del Tesoro.
Para Michael Peterson, director ejecutivo de la Fundación Peter G. Peterson que se dedica al monitoreo de los presupuestos, la situación es alarmante. «A medida que tomemos prestado más y más billones, los intereses pesarán sobre nuestra economía y dificultarán la financiación de importantes inversiones para nuestro futuro», reconoció el experto.

Advirtió Peterson que la nación norteamericana gastará más de siete billones de dólares en intereses en los próximos diez años, lo que repercutirá invariablemente en la calidad de vida del pueblo de ese país. Activistas por la reparación de la deuda como Judd Gregg, califican el hecho como la » imperdonable factura que los líderes de nuestra nación siguen acumulando» y que legarán a las futuras generaciones.
Contradicciones presupuestarias
Paradójicamente, la realidad indica que EEUU sigue incrementando su gasto militar. En visita reciente a Polonia, el vicepresidente norteamericano Mike Pence, acordó con el gobierno del país europeo el incremento de la presencia militar estadounidense en la zona. El ministro polaco de Exteriores, Jacek Czaputowicz, habría señalado que confía «en que nuestros esfuerzos conjuntos, encaminados a aumentar el contingente de EEUU, den buenos resultados».

Por otra parte, el gobierno de Estados Unidos enfrenta problemas a la hora de justificar sus enormes gastos en la industria de la guerra. Su fracaso con el proyecto más costoso de la historia, para desarrollar el caza F-35, cada vez es más cuestionado por las continuas fallas de la aeronave. Para 2030 el proyecto alcanzará un costo de 1,5 billones de dólares.
RB