El método de emplear gas ozonizado en el interior de un automóvil garantiza la desinfección completa y la eliminación de olores, sin generar daño alguno a la tapicería y los accesorios.
La desinfección con gas ozonizado es una alternativa cada vez más popular, debido a las grandes ventajas que ofrece. Sin duda, en la actualidad es la manera más eficiente, ecológica y poderosa de eliminar impurezas, malos olores y manchas del interior del coche, sin causar daño alguno en las superficies.
El proceso de limpieza de coches con ozono ha demostrado ser efectivo al eliminar bacterias y virus, debido a que se trata de un método decenas de veces más fuerte que otros componentes. Lo mejor es que, a diferencia de los químicos, el ozono no deja residuos y no afecta al medio ambiente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el tratamiento con ozono genera la desinfección más efectiva que se conoce actualmente contra los microbios.
Oxigenar y purificar
El ozono es una parte fundamental de la atmósfera. Se trata específicamente de un gas compuesto por una molécula con tres átomos de oxígeno, en vez de los dos que forman el oxígeno común que respiramos. Esta sustancia gaseosa es muy conocida por esa capa que nos protege de los rayos ultravioleta y que es esencial para que exista la vida como la conocemos en la tierra.
El ozono se puede conseguir en bajas concentraciones en el aire, pero su uso industrial se emplea para acciones de purificar el aire, controlar olores, para el enfriamiento y para desinfectar. Este último punto ha cobrado vital importancia en los últimos años.
Su uso ha ganado espacio en la industria hotelera, de restauración y para el mantenimiento automotriz, en vista de que es una alternativa rápida, además de altamente efectiva para eliminar malos olores, gérmenes y elementos contaminantes de cualquier superficie. Este elemento tiene un gran poder oxigenante.
El ozono es muy beneficioso si se aplica en cantidades idóneas. Sin embargo, puede ser tóxico si la concentración es muy elevada. El ozono en estado puro tiene un fuerte olor y una tonalidad azulada, cuando está controlado, es incoloro e inodoro.
Es recomendable confiar el trabajo de desinfección a expertos en el área que cuente con certificación oficial para su aplicación adecuada, sin riesgos.
En qué consiste
El proceso de sanitización se efectúa por medio de un equipo que se introduce dentro del coche con las ventanas debidamente cerradas, en un grado óptimo que puede estar entre 1 y 10 unidades por millón. También se puede hacer circular por el conducto del aire acondicionado. El tiempo de exposición depende de la superficie a purificar.
Los técnicos efectúan un estudio previo para determinar la cantidad de ozono que se requiere para acabar con virus y microorganismos, dependiendo del tamaño del vehículo. La concentración debe ser segura para la seguridad del cliente. El proceso requiere unos pocos minutos (entre 10 y 15).
No es conveniente ponerse en manos de cualquier servicio que ofrezca limpieza de ozono, pues por ahorrarse algunos euros se puede correr el riesgo de no conseguir el grado de desinfección esperado.
El vehículo queda como nuevo
Este tratamiento es aconsejable para particulares que deseen mantener inmaculado su coche y minimizar la presencia de bacterias, esto es muy favorable en el caso de tener niños. Es más recomendable en el caso de taxis, patrullas de policías y ambulancias. Al ser empleado por diferentes personas, existen más posibilidades de presencia de hongos, virus o bacterias.
El gas ozonizado acaba con cualquier pestilencia que pueda dejar el humo de tabaco, las mascotas, restos de comida, líquidos derramados, sudor, vómitos o los causados por la combustión de combustible. El interior del coche recobra ese aroma a nuevo con este tratamiento.
Acaba con cualquier microorganismo que esté en el aire o alojado en ventanas, asientos, techo. Al no dejar residuos químicos, es perfecto para personas que sufren alergias.
