El golpe de calor o shock térmico es la elevación de la temperatura interna debido a la exposición al calor sofocante o exceso de ejercicio bajo el sol. La temperatura corporal normal de un perro está ubicada en los 39°C y durante un golpe de calor se puede elevar hasta 42°C poniendo en grave peligro su vida, pues se pueden generar hemorragias gastrointestinales, insuficiencia hepática o renal, edema cerebral y colapso de sus órganos.
¿Por qué ocurre un golpe de calor?
Los perros regulan su temperatura corporal mediante los jadeos y el sudor que eliminan a través de las almohadillas de sus patas porque carecen de glándulas sudoríparas extendidas en todo su cuerpo como los humanos. El jadeo es la forma más eficiente de mantenerse frescos. Dejando su boca abierta, los perros expulsan el aire caliente de su cuerpo e inhalan aire fresco y muchas veces, dependiendo de cuánto calor tengan, expulsan alguna salivación caliente que es parte del proceso de regulación térmica de su organismo.
Sin embargo, cuando el calor es excesivo y los perros no tienen posibilidad de echarse en un sitio fresco ni tomar agua sus “mecanismos de enfriamiento” no son suficientes para conservar el cuerpo fresco, por lo que se van acabando las reservas de azúcares y sales del cuerpo. De esa manara su temperatura se dispara en segundos a niveles que por él mismo no puede regular, causando una serie de síntomas que, si no se atienden inmediatamente, podrían matarlo en sólo 15 minutos.
¿Cuáles son los síntomas de un golpe de calor?
Cuando un perro sufre un golpe de calor lo demuestra de inmediato debido a que la mayoría de las señales se pueden notar a simple vista. Si tu perro muestra algunas de las siguientes alertas debes atenderlo de inmediato:
1- Muestra ansiedad e inquietud. Intenta ir a un lugar frío o húmedo.
2- Su respiración se vuelve acelerada y en algunos casos se le puede notar respirar con dificultad.
3- Mantiene su boca abierta con un jadeo muy intenso.
4- Alteración del color de sus mucosas, en algunos casos sus encías y nariz pueden colorearse rojo fuerte o se ponen muy pálidas. La piel de algunos perros también puede tornarse de color azul debido a la deficiente oxigenación de la sangre.
5- Su salivación es muy abundante.
6- Puede presentar vómitos y mareos.
7- Su ritmo cardíaco se vuelve acelerado.
8- Presenta debilidad por lo que puede tambalearse y sus patas pueden temblar.
9- Su temperatura rectal es alta. La normal es de 39°C y puede subir hasta los 42°C que es una temperatura extremadamente peligrosa que le puede causar convulsiones y daño cerebral.
10- Se tumba en el suelo y no quiere moverse.
11- Desprende más calor corporal de lo habitual
¿Qué hacer cuando un perro sufre un golpe de calor?
Lo primero que debemos hacer es llevarlo de forma urgente al veterinario, quien lo examinará y le indicará su tratamiento médico. Pero mientras se arregla su traslado es fundamental tratar de bajar su temperatura corporal. Aquí te explicamos cómo brindarle los primeros auxilios:
- Colocar al animal en un sitio fresco, bajo sombra y aplicarle frío en la cabeza, cuello, ingle y axilas para refrescar la sangre que va hacia el cerebro y evitar que ocurra daño cerebral. Con esto también se ayuda a controlar la velocidad de su respiración.
- Si tienes la posibilidad, lo mejor es colocarlo bajo un chorro de agua fresca (no helada) o dentro de una bañera con especial atención a que mantenga su hocico fuera del agua.
- Se puede humedecer su boca con agua fresca pero no debemos obligarlo a beber si no quiere pues, por su condición, existe la posibilidad de que no pueda tragar y se ahogue.
- Colocarle un ventilador también puede ayudar a refrescarlo.
Además debes tener en cuenta que hay cosas que nunca debes hacer ante la sospecha de un golpe de calor. Una de ellas es cubrir o enrollar a tu perro con cobijas o toallas pues esto dificultará aún más que regule su temperatura. No debemos utilizar agua completamente helada pues podríamos causar daño cerebral tal como lo harían las altas temperaturas. Tampoco debemos obligar a nuestro perro a levantarse o caminar y, a menos que sea para llevarlo al veterinario, déjalo reposar todo el tiempo que necesite para recuperarse.
¿Se puede prevenir un golpe de calor?
Por supuesto que sí, todo es cuestión de sentido común. Para evitarlo simplemente sigue estas sencillas recomendaciones:
- Mantener siempre hidratado a tu perro. Si lo llevas de paseo, debes llevarle suficiente agua, preferiblemente fría, y ofrecerle todas las veces que sea necesario, sin obligarlo a tomar.
- Evita sacarlo a ejercitarse o pasear durante días muy calurosos o en las horas cuando hay más sol, por ejemplo en los mediodías.
- Nunca, léase NUNCA, dejes a tu perro o a ningún otro animal encerrado dentro de un vehículo, así se encuentre en la sombra. Los automóviles son sumamente peligrosos porque dentro de ellos se acumula mucho calor, que puede generar un colapso a nuestros animales de compañía.
- Si tu perro vive en un jardín o patio fuera de la casa debes asegurarte de que en todo momento del día tenga un lugar con sombra donde refugiarse del sol y con acceso a suficiente agua fresca.
- Tampoco dejes a un perro o gato encerrado en una habitación pequeña sin ventilación.
- Los perros y gatos de nariz chata (boxers, pugs, bulldogs) pues, por prácticamente no tener un conducto nasal ni hocico dónde descansar su lengua, se les dificulta su respiración incluso en condiciones normales.
- Los perros muy cachorros, de edad avanzada o con sobrepeso, para quienes se deben tomar precauciones especiales y no exponerlos a temperaturas altas o niveles exigentes de ejercicios.
- Animales que ya han sufrido un episodio de golpe de calor antes.
- Los perros que sufren patologías cardíacas.
- Animales con problemas respiratorios y, en general, cualquier perro que esté pasando por un cuadro médico o que sufre alguna enfermedad como la erlichiosis (enfermedad de la garrapata).
T/MR