Las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte se encuentran en un momento crítico, a raíz de la movilización de portaaviones y submarinos nucleares del Ejército estadounidense hacia la península coreana.
Desde entonces, el Ejército y el gobierno de Pyongyang se encuentran en “máxima alerta militar”, aseguró en exclusiva para VT el delegado especial del comité de Relaciones Culturales en el Exterior de la República Democrática Popular de Corea, Alejandro Cao de Benós, en declaraciones recogidas por la periodista Diana Van de Kerkhof.
“La postura de nuestro gobierno es siempre muy clara: en primer lugar, deseamos la paz, pero no la mendigamos. Corea no se arrodillará ante las amenazas y las obligaciones que le quiere imponer el imperialismo”, señaló Cao.
Igualmente, alertó que la administración Trump debe evaluar con mucha cautela sus próximos movimientos, pues en caso de que lancen cualquier tipo de ataque contra territorio coreano, “eso provocaría una guerra total, una respuesta absoluta por parte de la república de forma nuclear”.
Este contraataque norcoreano tendría en primera instancia el objetivo de inhabilitar las bases estadounidenses en territorios del Pacífico (como en Okinawa o Guam). Pero, recuerda Cao, “también los misiles intercontinentales permiten al Ejército popular destruir las propias bases en territorio norteamericano”.
“Corea no es Siria”, advirtió también el representante de Pyongyang en Madrid, quien resaltó que pueblo, Ejército y gobierno coreano están “listos, preparados para la defensa de la nación ante cualquier” ofensiva de Washington.
La nación asiática “está siempre lista y dispuesta para la defensa y desde luego nunca permitirá la violación de la soberanía o el ataque sobre el socialismo y sobre el poder popular”, señaló Cao, a la vez que alertó que “jamás cederá su soberanía ni el desarrollo del socialismo a su estilo”.
“Ese es el principio de luchar y morir por la causa y la ideología tanto del pueblo como del gobierno de la república”, puntualizó.
Ya el pasado 7 de abril, EEUU emitió un claro mensaje de guerra al atacar una instalación militar del Ejército sirio en territorio de esa nación árabe, y más temprano este jueves 13 lanzaron su bomba no nuclear más poderosa sobre suelo afgano, con la excusa de estar combatiendo a las fuerzas terroristas del Daesh (Estado Islámico).
Una eventual agresión a Corea del Norte terminaría por confirmar las intenciones de ampliar a una escala global la política guerrerista de Washington y su particular recrudecimiento desde que tomara posesión el actual presidente, Donald Trump.
Este mismo jueves el residente de la Casa Blanca dijo a AFP que «Corea del Norte es un problema, y un problema que será atendido», en un ataque simultáneo a las palabras del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, según el cual no se puede descartar que el gobierno de Pyongyang tenga la capacidad de utilizar armas químicas.
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