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Conozca por qué renunció el asesor de seguridad de Trump y las reacciones

El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Michael Flynn, presentó su renuncia el lunes en la noche al reconocer que no había ofrecido a la Casa Blanca información completa sobre sus contactos con el embajador de Rusia en Washington.

En su carta de renuncia, Flynn declaró haber sostenido múltiples conversaciones telefónicas con el embajador ruso Serguéi Kisliak y dado «información incompleta» sobre el contenido de esas consultas al vicepresidente Mike Pence.

Flynn dimitió luego de la fuerte presión que se generó tras conocerse que posiblemente había discutido el tema de las sanciones estadounidenses contra Rusia con el embajador de ese país en Estados Unidos antes de que Trump asumiera el cargo, una acción que rompe con el protocolo diplomático y potencialmente ilegal. En Estados Unidos solo funcionarios del Estado pueden realizar tareas de diplomacia nacional. Las conversaciones con Rusia fueron hechas el 29 de diciembre, antes de que asumiera la nueva gestión de gobierno.

«Inadvertidamente he informado de forma incompleta al vicepresidente electo y a otros sobre mis llamadas telefónicas con el embajador ruso», señaló Flynn en la carta, quien estuvo en total 24 días en el cargo.

El exasesor dijo que se había disculpado sinceramente ante el presidente y el vicepresidente, y que éstos aceptaron sus disculpas.

La Casa Blanca informó que el teniente general retirado Keith Kellogg, quien ha sido jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, se desempeñará como asesor interino de Seguridad Nacional, mientras Trump escoge una nueva figura.

El general en retiro David Petraeus y el vicealmirante Robert Harward, están siendo considerados para el puesto, dijo un funcionario de la Casa Blanca.

Según los medios estadounidenses, el Departamento de Justicia advirtió hace unas semanas a la Casa Blanca que Flynn podría resultar vulnerable a un chantaje por haber mantenido contactos con funcionarios rusos antes de que Donald Trump tomara posesión del cargo el 20 de enero.

El diario The Washington Post comunicó anteriormente que Flynn había tratado con el embajador Kisliak, en diciembre de 2016, el tema de las sanciones por la supuesta injerencia de Rusia en el proceso electoral en EEUU.

Varios funcionarios citados por el periódico calificaron de «incorrectas» esas consultas, pues podrían haber enviado al Kremlin una señal sobre la suavización de las restricciones impuestas por la administración Obama.

En un principio, el militar retirado de 57 años negó haber hablado de las sanciones con el embajador ruso pero más tarde aclaró que, aunque no recuerda haberlo hecho, tampoco puede afirmar con certeza que no había tratado el asunto.

Según información difundida por el diario The Wall Street Journal a finales de enero, agentes de contrainteligencia de EEUU investigaron los contactos de Flynn con funcionarios de Rusia. Se desconoce cuándo empezó la investigación y si sigue en marcha o proporcionó alguna evidencia incriminatoria. La investigación tuvo como objetivo determinar la naturaleza de los contactos que Michael Flynn mantuvo con funcionarios rusos y si tales contactos podrían haber violado leyes, según las personas familiarizadas con el asunto.

La posición de Rusia

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se negó a comentar la renuncia del ahora exasesor Michael Flynn, al indicar que «es un asunto interno de los estadounidenses y de la administración del presidente Trump».

Por otra parte, indicó que “de momento es temprano hablar” de restablecimiento o algún cambio en las relaciones ruso-estadounidenses.

Señaló que el ministro de Exteriores de Rusia y el secretario de Estado de EEUU se reunirán previsiblemente «en un futuro próximo», mientras que el encuentro de los dos jefes de Estado aún no está acordado.

«No se debe olvidar que el Gobierno de Trump tampoco está formado», añadió.

El pasado 10 de febrero, Peskov había asegurado que los medios tergiversaron el contenido de las conversaciones que sostuvieron Kisliak y Flynn.

«Según entiendo, Flynn y Kisliak sostuvieron conversaciones, pero es mejor que lo confirme el Ministerio de Exteriores… Por lo demás, las informaciones son inciertas», dijo Peskov.

Los periodistas habían pedido al portavoz del presidente ruso confirmar las informaciones de que Flynn y Kisliak debatieron sobre las sanciones impuestas a Rusia, según comunicó el Washington Post.

No obstante, el senador ruso Alexéi Pushkov interpreta la dimisión de Flynn como señal de que el conjunto de las relaciones con Rusia está en el punto de mira en Washington.

En su cuenta de Twitter, el parlamentario apuntó que Flynn es probablemente el asesor de seguridad nacional que menos ha durado en el cargo en EEUU.

«Pero el blanco no es Flynn sino las relaciones con Rusia», subrayó Pushkov.

Otros actores

Pese a que no está de acuerdo en la manera en que Flynn realizó las cosas, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, consideró como lógico mejorar las relaciones con Rusia.

«La nueva Administración está tratando de tener mejores vínculos con Rusia (…) Entiendo que es razonable y sensato intentarlo», señaló Ryan en una conferencia de prensa.

El congresista, sin embargo, indicó que dejará en manos de la Administración «explicar las circunstancias que hicieron que se llegara a este punto».

Sobre la renuncia de Flynn, opinó que «el presidente (Donald Trump) estuvo bien en pedirle la renuncia (a Flynn); creo que era lo que había que hacer», añadió.

Trump ataca a filtradores de información

Luego de que Flynn entregara el cargo, Trump puso en segundo plano el tema, y dijo que el verdadero problema que debe atender el Gobierno son las «filtraciones ilegales» que salen desde Washington.

«La verdadera historia acá es ¿por qué hay tantas filtraciones ilegales saliendo de Washington?», escribió Trump en su cuenta personal de la red social Twitter @realDonaldTrump.

El presidente se refiere a las ya rutinarias informaciones que provienen desde lo interno de la Casa Blanca y que exponen asuntos de naturaleza delicada como conversaciones con otros presidentes.

Ante este problema, los líderes republicanos están pidiendo asesoría al FBI para frenar estas filtraciones que vienen ocurriendo desde hace semanas, como informara recientemente a Fox News el jefe del Comité de Inteligencia del Congreso estadounidense, Devin Nunes.

Los problemas vinculados con la confidencialidad de la nueva administración de EEUU se acrecentaron últimamente por lo que la Casa Blanca se vio obligada a comentar oficialmente varios casos, escribe la periodista Irina Alksnis en su artículo para el diario ruso Vzglyad.

Entre los casos más recientes se destacan las conversaciones de Donald Trump con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto y el mandatario ruso Vladímir Putin.

Al primero, según la información filtrada, Trump lo amenazó con el envío de las tropas estadounidenses, mientras que en el transcurso de una conversación telefónica con el mandatario ruso el presidente estadounidense criticó el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, firmado por su antecesor Barack Obama, calificándolo de infructuoso para EEUU.

Actualmente se barajan dos versiones que podrían explicar las frecuentes filtraciones de los datos confidenciales en EEUU: el deficiente profesionalismo de varios empleados de la Administración Trump propensos a las conversaciones excesivas con los periodistas y el sabotaje deliberado realizado por parte de los adversarios del nuevo presidente.

Teniendo en cuenta las circunstancias de la llegada al poder de Trump y el número de enemigos que el político tiene en Washington en todos los niveles, la segunda opción parece más probable, escribe la periodista.

El artículo concluye que las filtraciones afectan la política exterior de Donald Trump, incluidos los contactos con sus colegas extranjeros. Entablar relaciones confidenciales con los líderes de otros países podría resultar difícil para Trump si los últimos no están seguros de que sus palabras no irán más allá de las conversaciones privadas con Trump y no acabarán en las páginas de los medios de comunicación mundiales.

JA

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