Combatientes armados entrenados por EE.UU. en la base de Al Tanf, en el sur de Siria, han revelado que los oficiales estadounidenses vendían armas a los terroristas del Estado Islámico, informa el canal ruso Rossía 24.
Según el portal, tan solo durante la semana pasada más de 40 combatientes armados escaparon de la base de Al Tanf y desertaron a las Fuerzas Armadas Sirias. Entre estos militantes, que ahora se encuentran en un campo de refugiados cerca de Damasco, está Asaad Assalem, quien fue el jefe de seguridad de la sección siria en Al Tanf.
Assalem afirma que él y sus compañeros querían luchar contra los terroristas del Estado Islámico, pero finalmente se dieron cuenta de que los militares de EE.UU. en el sur de Siria tenían otros objetivos.
Negocios con terroristas
Assalem relata que cuando se enteraron de que el comandante de su destacamento vendía armas a los terroristas del Estado Islámico, informaron de ello a la dirección estadounidense de la base.
Sin embargo, después de su informe no solo no se tomaron medidas, sino que «los estadounidenses fortalecieron el apoyo al hombre que había sido nombrado nuestro comandante y que tenía negocios con el EI», denuncia el combatiente.
Assalem precisa que el militar estadounidense vendía a los terroristas diferentes tipos de armas que estaban a disposición del destacamento, como «armas pequeñas de fabricación estadounidense, rifles M-16 y M-4, lanzagranadas antitanque, diversas ametralladoras y municiones para ellas».
En concreto, según los militantes que han escapado de Al Tanf, durante todo el tiempo que estuvieron en la base no se realizó ni un solo ataque contra los terroristas del EI. En cambio, los militares estadounidenses atacaron al menos tres veces a las fuerzas progubernamentales sirias.
Con información de RT
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