El CNE aprobó la solicitud realizada por esa plataforma ciudadana a finales del año previo, decisión considerada por analistas como medular hacia la apertura democrática y la reconciliación.
Se trata de un paso esencial con el propósito de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) puedan ser avaladas posteriormente como organización con personería jurídica.
Los miembros activos de esa estructura guerrillera, la mayor del país, no forman parte actualmente de Voces de Paz; ellos están ahora en desplazamiento hacia las zonas transitorias donde dejarán las armas y comenzarán su preparación para reincorporarse a la sociedad.
Tal agrupación reconocida este miércoles por el CNE es la encargada de supervisar la implementación de los recientes pactos entre el Gobierno y las FARC-EP, ahora en fase de desmovilización, confirmó a Prensa Latina Imelda Daza, una de las integrantes de VP y dirigente de Unión Patriótica.
Según la lideresa durante su debut en el Congreso cuando debatieron el proyecto de Ley de amnistía, Voces de Paz fue bien acogida por muchos de los parlamentarios aunque rechazó estigmatizaciones y cuestionamientos realizados por legisladores del Centro Democrático, el cual está encabezado por el exgobernante Álvaro Uribe.
Otra de las misiones fundamentales de (VP) es allanar el camino para que ya finalizada la dejación de armas, las FARC-EP puedan iniciar una campaña proselitista y convertirse en partido.
Que la palabra sea la única arma que usemos los colombianos, pidió el líder de dicha guerrilla -Timoleón Jiménez- el pasado 24 de noviembre cuando junto al presidente Juan Manuel Santos suscribió el pacto definitivo para terminar el conflicto entre ambas partes.
Iremos a los territorios para hablar de los tratos suscritos y a explicarle a la gente la aspiración de dicho grupo a punto de desmovilizarse, amplió Daza.