Entre las estrategias de intervencionismo que tiene EE. UU. entre ceja y ceja en contra de Venezuela por el petróleo, está Citgo. El plan del país americano para esta empresa no es otro que incrementar el asedio financiero para buscar acorralar al presidente Nicolás Maduro.
Hace tres meses el gobierno de #DonaldTrump anunció la imposición de sanciones contra la estatal petrolera Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) a través de su filial Citgo, en Houston, Texas bloqueando 7.000 millones de dólares en bienes de Venezuela y 11.000 millones de dólares en exportaciones petroleras.
Este proceso no ha sido más que un robo de los activos venezolanos, tal y como lo ha referido el presidente Nicolás Maduro. En la actualidad, Citgo cuenta con tres refinerías en territorio estadounidense, 48 terminales de almacenamiento y distribución con unas 6.000 estaciones de servicio. Tiene capacidad para procesar 749.000 barriles de crudo al día, lo que la sitúa como la sexta empresa del sector en EEUU.
Las sanciones de EEUU afectan a la empresa Citgo Petroleum Corporation, que es una refinadora de petróleo y comercializadora de gasolina, lubricantes y petroquímicos, propiedad del Estado venezolano y filial de Pdvsa.
Las nuevas sanciones impedirán a Citgo obtener líneas de crédito de bancos internacionales para la compra de crudo liviano, afectando así sus labores de refinación y sostenimiento de la dieta de sus refinerías. Las medidas anunciadas por EEUU se podrían traducir en un embargo petrolero no abiertamente declarado, pero que se ejecuta rigurosamente contra los activos del país.
Desde la llegada al poder del presidente legitimo Nicolás Maduro dichas acciones han arreciado. El 25 de agosto pasado, #DonaldTrump impuso un conjunto de sanciones contra Venezuela mediante una Orden Ejecutiva, que impiden las operaciones financieras de repatriación a Venezuela de las ganancias generadas por Citgo.
Estas acciones han sido un ataque directo a la economía venezolana ya que Citgo ha proporcionado 2.5 mil millones de dólares en dividendos a su matriz Pdvsa desde 2015.
El objetivo de estas medidas es obvio: dejar a Venezuela sin una entrada de divisas para ahogar la economía venezolana.
NB
