Al estar situada dentro del Cinturón de Fuego y albergar al menos el 13% de los volcanes activos del mundo, Indonesia es uno de los países más vulnerables a las catástrofes naturales, por lo que su población se mantiene en una alerta constante ante los posibles nuevos desastres.
Este viernes, a la 13: 40 (hora local), un nuevo sismo de magnitud 6,8 en la escala de Richter sacudió a las islas de Célebes, ubicada al este de Borneo. De acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos, el epicentro se registró en 102 kilómetros al sursuroeste de Luwuk (54.000 habitantes) y a 17 kilómetros de profundidad bajo el lecho del mar de Banda.
En un primer momento, fue activada una alarma de tsunami, teniendo en cuenta la tragedia ocurrida el pasado 28 de septiembre de 2018, cuando se registró un temblor de magnitud magnitud 7,5 en las islas Célebes, en el mar de Molucas, que dejó como resultado más de 800 muertos y cientos de heridos.

El país ha sido duramente golpeado por desastres naturales en los últimos años, tal es el caso del tsunami de 2004, los terremotos de Nias y Yogyakarta, la erupción del volcán Merapi, la aparición del torrente de barro de Sidoarjo, el terremoto y tsunami de Panandaran, las inundaciones en Aceh y las inundaciones de Yakarta.
En ese sentido, pese a la ayuda humanitaria que ha ingresado al país proveniente de la Unión Europea, en su gran mayoría, millones de personas viven en condiciones deplorables, con la adquisición de al menos dos diarios.

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos, ha indicado que al menos el 40% de la población indonesia está en situación de inseguridad alimentaria, mientras que en las zonas de Papúa y Nusa Tengara Oriental y Occidental, se encuentra una gran población en condiciones de extrema pobreza.
El pasado 2007, el Gobierno de Indonesia diseñó la Ley de Gestión de Desastres Naturales, con la que se pretende formar para reducir los riesgos y las afectaciones ante futuros desastres naturales.
YR