Es un problema que, aunque ha venido en descenso desde 1990, según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), todavía representa preocupación en el planeta: hablamos del embarazo no planificado en adolescentes.
Este martes 26 de septiembre se celebró el Día Mundial para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, creado para la generación de conciencia sobre el uso de los métodos anticonceptivos de forma eficaz, además de la necesidad de mejorar la educación sexual y reproductiva en la población adolescente.
Se suelen desconocer cosas como los porcentajes de efectividad de los diversos métodos anticonceptivos: 98% para el condón masculino, 95% el femenino, y un 99% para parches, pastillas o implantes hormonales. Es decir, incluso con protección, existe un mínimo riesgo.
Según la misma OMS, hasta 2014 se contabilizaba que alrededor de 11% de los partos en el mundo se trataban de mujeres entre los 15 y los 19 años de edad, unos 16 millones de casos anuales, además de 1 millón más en menores de los 15.
La misma fuente indica que la segunda causa de muerte para las muchachas en ese rango etario es precisamente el embarazo, aunque la tasa de muertes adolescentes por complicaciones en los partos ha venido disminuyendo desde el año 2000.
Entre las complicaciones para los bebés, se encuentra un mayor riesgo de desnutrición o incluso de muerte en aquellos de madres adolescentes, que en aquellos con madres entre los 20 y 29 años de edad, según la OMS.
Además, unas 3 millones de adolescentes practican abortos no asistidos anualmente en el mundo, lo que contribuye ampliamente a las altas tasas de mortalidad materna en las más jóvenes. Por eso, la importancia de que tengan educación y formación lo más completa posible, sobre los riesgos que representa quedar embarazada a temprana edad, más allá de las razones morales o religiosas, las de salud para ellas y las criaturas.
JI
