La delegación china arribó a la VII Conferencia Internacional sobre Seguridad Internacional de Moscú para demostrar al mundo que las relaciones entre China y Rusia son estrechas, declaró el nuevo ministro de Defensa de la nación asiática, Wei Fenghe, durante un encuentro con su homólogo ruso, Serguéi Shoigú.
El ministro añadió que «China vino para hacerle saber a los estadounidenses las estrechas relaciones de las Fuerzas Armadas de China y Rusia» y que en los espacios internacionales están “dispuestos a expresar preocupaciones comunes y posiciones unidas”.
Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, subrayó que los lazos bilaterales han entrado en “una nueva fase sin precedentes” y aseguró que se están convirtiendo en un factor importante para garantizar la paz y la seguridad internacional.
No es un dato menor que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su par chino, Xi Jinping, se han manifestado dispuestos a fortificar la cooperación entre ambos país tanto en asuntos estratégicos de política exterior como en lo económico. Rusia y China comparten la misma postura respecto a muchas crisis en el mundo, como en el caso norcoreano, el conflicto en Siria o la causa de la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén), y también denuncian activamente a EE.UU. por alterar la paz mundial con sus políticas.
China ya no está indefensa
En días recientes, el diario estatal chino Global Times, que suele reflejar la posición del gobierno de ese país, criticó fuertemente el accionar de EEUU en torno a las relaciones entre ambos países, señalando que el gobierno gringo vive en un «mundo delirante» al pensar que el gigante asiático no tiene maneras de responder a sus amenazas, especialmente en el ámbito comercial.
Es hora de que EE.UU. «se despida de la fantasía» en la que ha vivido durante mucho tiempo, «un mundo delirante» en el que «imagina a China como una nación incapaz de responder y tolerante con los aranceles de los Estados Unidos», asevera Global Times, citado por RT, agregando que las nuevas medidas son «apenas una sutil insinuación».
Por todo ello, Washington «debe ser razonable» cuando se sienta a negociar con Pekín, asegura el diario, detallando que las amenazas «solo fracasarán», ya que China «no teme a EE.UU.» y «no tolera la debilidad política».
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