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Charles Giuseppi: La OTAN sería el gran brazo militar del neocolonialismo en Latinoamérica

El presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció recientemente el inicio de discusiones para concretar un acuerdo de cooperación militar entre Colombia y la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) bajo el argumento de combatir el crimen organizado en el vecino país.

En entrevista ofrecida para VT, el politólogo e internacionalista Charles Giuseppi, alerta las consecuencias peligrosas que este acuerdo trae para Venezuela y el continente en su lucha por la paz y la soberanía de los pueblos, gracias a la historia nefasta de este organismo, que lejos de buscar la paz entre las naciones, reivindica la política de la guerra en el mundo.

¿Qué amenazas representa para Venezuela y el continente suramericano la concreción de este acuerdo de cooperación militar entre el gobierno de Colombia y la OTAN?

Representa una seria amenaza y una grandísima violación a la tradición jurídica y diplomática regional que desde la independencia  ha sido una zona de paz. La presencia de una organización caracterizada por la guerra, la muerte y la destrucción en suelo colombiano no es sólo una amenaza para Venezuela, sino que es una gravísima amenaza para todo el continente. La OTAN es antes que nada, un aparato militar que tiene un carácter grupal que la reviste de determinada legitimidad internacional, el hecho de que actúe en varios países se configura en una suerte de cruzada de los países occidentales en torno a la alianza para defender los intereses que ellos llaman «democráticos», liberales, de derechos humanos, de manera general.

¿Cuál ha sido el papel histórico de la OTAN en sus intervenciones militares realizadas en el mundo?

El papel de la OTAN en las intervenciones del mundo ha sido la muerte, destrucción, el asesinato selectivo, masivo, indiscriminado, la reducción de la población. En el caso de Irak es evidente cómo la intervención de este organismo convirtió a Irak en un país de la época de piedra; hoy en día hay dificultades por ejemplo para adquirir medicamentos, algunos de ellos se venden en las calles del país, hay dificultades para adquirir agua potable, no hay electricidad, muchas zonas están bajo el control de grupos insurgentes que todavía no han podido cohesionarse en torno a un solo gobierno y la situación es extremadamente crítica.

Lo mismo sucede con Afganistán, cuyo presidente Ghani Ahmadzai apenas puede gobernar un pedazo de tierra y es un títere de las transaccionales de Francia, EE.UU., Inglaterra, de Holanda, de algunos intereses cuyo centro de operaciones geopolíticas es la OTAN.

¿Las conversaciones entre Colombia y la OTAN ponen en peligro el reciente acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Farc – EP?

La lectura que se haría desde la perspectiva geopolítica más profunda, es que quizás los supuestos acuerdos de paz, e incluso el «NO» de la derecha colombiana, fueron en el fondo una estratagema local e interna, para lavar la cara de las acciones que vendían después con la presencia de la OTAN en Colombia. Recordemos que inmediatamente después de la primera firma de los acuerdos de paz en La Habana, Cuba, que fracasó en el referéndum consultivo, Juan Manuel Santos fue nominado al Premio Nobel de la Paz y lo ganó.

Si Hacemos una analogía de manera simultánea con el Premio Nobel que le fue otorgado a Barack Obama recién llegado a la presidencia de EE.UU., la lectura que se puede hacer desde lo político, es que los sistemas de validación internacional como los Premios Nobel, los premios de paz y algunos reconocimientos, pueden ser el insumo necesario para la continuación de las guerras del capital de manera global. El capital necesita constantemente reestructurarse, movilizarse y motorizar su fuerza de destrucción de la humanidad; para ello necesita un sistema de legitimación dado a que hoy en día la opinión pública es muy importante, hay una crítica internacional que tiene cierto peso. Para legitimar las acciones militares se evoca a algunos acuerdos de paz para lavarle la cara a los gobernantes que posteriormente van a formar parte de las cruzadas de la OTAN, de Estados Unidos y de algunos países occidentales.

¿Cuál es el trasfondo entre este acuerdo de cooperación militar entre Colombia y la OTAN?

El trasfondo no es otro que la re intervención de América Latina. Estados Unidos está convencido históricamente, a partir de la Doctrina Monroe del siglo XIX, que su zona de influencia geopolítica global se encuentra en el continente; con la presencia cada vez más creciente de países como China y Rusia con un volumen sustancial de inversiones en materia económica, militar y de infraestructura (como el canal de Nicaragua en donde ambos países tendrán una participación importante), los futuros acuerdos entre Cuba y Rusia para la construcción de puertos de aguas profundas para estimular el comercio de mercancías, los acuerdos de cooperación militar entre Venezuela y Rusia, como otros acuerdos estratégicos que han firmado algunos gobiernos de Latinoamérica con estos países que representan los «enemigos» estratégicos de EE.UU., la región se convierte nuevamente en un espacio de disputa. Disputarse América Latina constituye parte de la estrategia geopolítica norteamericana en los próximos años.

¿Este acuerdo representa otra estrategia más de la guerra no convencional contra Venezuela?

Representa un paso más en la guerra contra Venezuela, pero es importante que nos demos cuenta que la guerra no es contra Venezuela. Es una guerra contra toda la región, contra Brasil, Cuba, Ecuador, Bolivia, pero más que una guerra en sí mismo contra los países, es una guerra global por el dominio mundial de los recursos estratégicos para seguir manteniendo la hegemonía.

Los países del sur constituyen un interés fundamental para la geopolítica norteamericana; se trata de lo que los alemanes llamaban el «Lebensraum», el espacio vital, que para EE.UU. está en el petróleo venezolano, en las grandes reservas acuíferas y auríferas de la Amazonía, las reservas de agua del sur de Brasil, las reservas madereras, las especies exóticas de la cuenca amazónica, en las que progresivamente Rusia ha mostrado interés y eso pone en peligro la supervivencia de lo que EE.UU. considera su espacio geoestratégico vital, por la cual la guerra no será solo contra Venezuela, sino contra toda la región.

De suscribirse este acuerdo ¿estaríamos frente a una amenaza de invasión militar extranjera contra Venezuela desde el hermano país de Colombia?

Desde mi criterio, la firma del acuerdo es el comienzo de una intervención norteamericana en Venezuela. Un acuerdo de esa naturaleza, con la presencia de un aparato militar como la OTAN, con toda su estela de guerra a nivel global, representa sin lugar a dudas una intervención directa contra la Revolución Bolivariana.

El desarrollo del capitalismo mundial después de la II Guerra Mundial está caracterizado por la imposición de la ideología liberal, por una parte, y la imposición del libre mercado; el capitalismo neoliberal está caracterizado por ser una imposición militar. Las grandes trasnacionales pagan, son las responsable de crear lobbies políticos para llevar al gobierno de los países poderosos miembros de la OTAN a líderes que representen los intereses de las grandes coorporaciones económicas y militares; entonces, la enemistad con Venezuela es el Socialismo, el hecho más trascendental por el cual la OTAN querría intervenir en Venezuela es por haber declarado el carácter socialista de las transformaciones que se venían dando con la llegada del presidente Hugo Chávez.

Recordemos que la OTAN  está compuesta por Canadá, EE.UU., la mayoría de los países de la Europa Occidental Atlántica, entre ellos Francia, Inglaterra, algunos miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Holanda, Suecia, y estos países son además los grandes centros del capitalismo mundial; estos países que son miembros de la OTAN, son al mismo tiempo los que han ejercido históricamente los procesos de dominación colonial, que se repartieron África en el siglo pasado en varios pedazos como si fuera un pastel, los que hace 500 años se repartieron América cuando pudieron conquistarla en aquel momento, los grandes imperios coloniales. La OTAN es el gran brazo militar del neocolonialismo anglosajón europeo.

¿Cuál ha sido el papel histórico de Venezuela en la lucha por la paz y la construcción de un mundo multipolar?

Venezuela es un país que desde la época de la independencia se ha comprometido históricamente con la paz. El siglo XX para Venezuela no significó ninguna guerra, aún cuando Europa estaba bañada de sangre por la Primera y Segunda Guerra Mundial, y por además 400 años de historia bélica entre las distintas naciones que la conforman. Venezuela siempre ha sido un país de paz, porque además creemos en la cultura de paz, no sólo defiende la paz sino que tiene una tradición de paz,  anti guerrerista, anti militarista.

En el momento en que nosotros hicimos la guerra de la Independencia liderada por el General Bolívar y por el Ejército Libertador, fue una guerra de emancipación contra un enemigo opresor que tenía 400 años instalado en la región; con un mecanismo de dominación y opresión que no permitía libertad alguna para el comercio, para nuestros ciudadanos, no permitía ni la libertad de credo, de culto, nosotros estábamos completamente sometidos a la Corona Española, y en esas circunstancias el Ejército Libertador liderado por nuestros próceres iniciaron un proceso emancipatorio. Es distinto una guerra de ocupación militar para saquear los recursos de un país, a una guerra emancipatorio por la liberación nacional en la búsqueda de la independencia, de la defensa y la soberanía, son dos conceptos radicalmente distintos.

¿Podemos decir que Venezuela es ejemplo de paz para el mundo?

Venezuela nace del concepto de independencia y soberanía que nos legó el Libertador Simón Bolívar, basado en eso ha sido naturalmente una zona de paz, porque no tiene que buscar la guerra, no busca la guerra. Venezuela es un país que ha promovido la paz en la región, aún con las difíciles circunstancias que estamos viviendo. Hoy en día nosotros tenemos una situación económica tan crítica que, en cualquier otro país del mundo, podría haber desencadenado una situación de calle, de saqueo, de violencia urbana inoculada desde afuera; aun así Venezuela hoy está en vísperas de noche buena, llevando adelante sus tradiciones, compartiendo con la familia, esperando que lleguen algunos cambios y trabajando por ellos. Estamos construyendo la patria que todos queremos, que no es la masacre que se está viviendo en Aleppo, no es la destrucción total de Libia por ejemplo, no es lo que pasó en Irak y Afganistán. Venezuela es un país que está intentando construir su camino de transformación, con toda y nuestras deficiencias, por el camino de la paz.

¿Cuál es el camino que debe tomar el gobierno venezolano para salvaguardar la paz y la soberanía?

La medida que debe tomar el gobierno nacional es primero, una inmensa campaña de formación ideológica, de formación política y concientización de nuestro pueblo, una campaña que implique como, lo ha hecho el pueblo cubano, un compromiso importante de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) con la defensa de nuestra soberanía, la defensa de nuestra territorialidad, tomando en cuenta que dicha formación debe ir acompañada de la reducción de la dependencia de los productos que nosotros estamos importando para nuestra alimentación. El despliegue y defensa de nuestra soberanía pasa también por que nosotros mismos seamos soberanos, soberanos en nuestra alimentación, en la provisión de agua, en el control de nuestros recursos y para eso es importante comenzar un proceso de formación a nivel nacional urgente.

AMR

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