El Senado de Canadá aprobó la legalización del cannabis -con 52 votos a favor, 29 en contra y dos abstenciones- y abrió el camino para su libre producción y consumo.
En la práctica, esto supone que los consumidores canadienses estarán amparados por la ley a partir de septiembre.
Canadá se convierte en el primer país del G20 en legalizar la marihuana y pone fin a la prohibición que pesaba sobre el cannabis desde 1923 (aunque el uso medicinal estaba permitido desde 2001).
La legalización total de la marihuana formaba parte del programa electoral con el que el hoy primer ministro, el liberal Justin Trudeau, ganó las elecciones de 2015.
It’s been too easy for our kids to get marijuana – and for criminals to reap the profits. Today, we change that. Our plan to legalize & regulate marijuana just passed the Senate. #PromiseKept
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) June 20, 2018

La ley estipula, entre otros puntos, que el cannabis sea producido por compañías autorizadas -muchas de ellas se dedican ya a la marihuana de uso medicinal- y que la venta tenga lugar en tiendas propiedad de las distintas provincias -en un caso similar a los establecimientos que expenden alcohol-.
Al ser la primera gran economía del mundo en legalizar plenamente el cannabis, el paso dado por Canadá será, previsiblemente, observado muy de cerca por otros grandes países que ahora debaten si actuar o no en la misma dirección.
También por inversores globales, que ya han fundado empresas canadienses relacionadas con el creciente negocio de la marihuana.
Canadá se convierte en el segundo país del mundo, en adoptar esa medida después de Uruguay, que lo hizo en 2013.
ER