El estado de California, al suroeste de EEUU, fue declarado en emergencia ante el voraz incendio que desde hace días no da tregua a los bomberos, mientras la principal empresa de electricidad de la entidad realiza cortes programados que afectan a miles de hogares y comercios.
Mientras los bomberos luchan contra las llamas y unas 200.000 personas han tenido que abandonar sus hogares, casi un millón de residencias y establecimientos comerciales han sido afectados por los cortes programados de la empresa Pacific Gas & Electric Company, muy cuestionada por trabajar con equipos obsoletos que representan un peligro cuando hay ráfagas de viento.
El incendio «Kincade» obligó al gobernador californiano Gavin Newsom a declarar el domingo la emergencia en todo el estado cuando los incendios forestales azotados por el viento en el norte y el sur del estado devoraron tierras, destruyeron hogares y viñedos.
En la región vinícola del norte de California, en los suburbios de San Francisco, «Kincade» ha crecido a unas 20.200 hectáreas y sólo ha podido ser contenido en un 10%, dijo Newsom.
El gobernador estimó que 180.000 personas fueron evacuadas. Por su parte el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (CalFire) ha contabilizado en 79 las estructuras destruidas por las llamas.
MMMV