Cerca de 700 mil personas sufrieron hasta tres días sin servicio eléctrico y tuvieron que recorrer grandes distancias para cargar sus equipos móviles. No, no es Venezuela, es California, y el corte fue programado por una empresa privada que teme que sus equipos obsoletos causen incendios forestales.
Se trata de la empresa San Diego Gas & Electric de Sempra Energy, que hace dos semanas dejó intencionalmente sin servicio a parte de sus clientes y ha anunciado que si las ráfagas de viento continúan, podrían venir más interrupciones.
El viernes pasado, en una audiencia de emergencia en la Comisión de Servicios Públicos de California, Bill Johnson, director ejecutivo de PG&E, explicó que su empresa podría demorar hasta 10 años en modernizar su sistema para disminuir la necesidad de realizar los apagones y reducir así el riesgo de provocar incendios.
Esta empresa surte de gas y electricidad a por lo menos 16 millones de clientes y la caída de sus cables y equipos viejos desataron al menos 19 incendios grandes entre 2017 y 2018.
Uno de los casos más graves es el de “Camp Fire”, que mató a 86 personas y casi quemó por completo a la ciudad de Paradise, en octubre del pasado año.
MMMV