Para el fundador de Wikileaks, Julian Assange, el informe de los organismos de inteligencia de Estados Unidos (EE.UU.) sobre la supuesta injerencia de Rusia en las últimas elecciones presidenciales del país norteamericano, “carece de pruebas de peso” y su validez es “igual a cero”.
«No es un informe de inteligencia, no tiene la estructura rigurosa de un informe de inteligencia (…) es un comunicado de prensa; obviamente, tiene como objetivo producir un efecto político», dijo en una conferencia trasmitida por el sitio de Wikileaks.
Señaló además, que «el director de Inteligencia Nacional, James Clapper no puede decir cuándo se extrajo el material del Comité Nacional Demócrata o cuándo fue suministrado a WikiLeaks. Es decir, tiene cero evidencias de ningún “hackeo”, apuntó Assange.
«Es bastante embarazoso para la inteligencia estadounidense publicar algo así», asegura Assange, quien añadió que los organismos de inteligencia de EE.UU. se politizaron durante la Administración Obama. «La Administración Obama destruye archivos ilegalmente», recalcó.
Cabe recordar que la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), señalan que “ataques cibernéticos” provenientes de Rusia interfirieron en el proceso electoral de EE.UU., es decir, que un grupo de hackers “robaron” información del jefe de campaña de Hillary Clinton, John Podesta, y de otras figuras cercanas a la candidata y la hicieron pública, lo cual llevó a que la ciudadanía votara a favor del presidente electo Donald Trump, pese a que éste perdió el voto popular por más de dos millones de sufragios.
En este sentido, Assange asegura que el objetivo del informe y del Partido Demócrata, quien está detrás de estas acusaciones, es sencillamente socavar la legitimidad de Trump como presidente.
¿Qué dice el informe?
El portal web de la BBC publicó el informe parcialmente desclasificado de los organismos de inteligencia. En el documento, ni la CIA, ni el FBI ni la NSA muestran evidencia alguna sobre la autoría del gobierno ruso sobre el supuesto hackeo. Pese a que acusan al presidente ruso, Vladimir Putin, de estar detrás de estos “ataques”, no existe rastro de dicha presunción.
El informe también señala que estos supuestos hackeos tienen como motivación la venganza por parte de Putin hacia Clinton, por unos comentarios despectivos que ella hiciera unos años atrás. Igualmente indica que entre las dos opciones presidenciales, el presidente ruso se inclinaba por Trump por ser éste una figura abierta al diálogo y la cooperación con Moscú, especialmente en los temas relacionados con la lucha contra el terrorismo y el comercio.
Esta personalización y satanización de la figura de Putin es lo que lleva a Assange a acusar a los organismos de inteligencia de usar el tema de los correos filtrados por Wikileaks como excusa para socavar la imagen de Trump y de Rusia, ya que el mismo documento asegura que “los tipos de sistemas a los que apuntaban o a los que accedieron los hackers rusos no tenían vinculación con el cómputo de los votos»; ello demuestra que no hubo interferencia directa en las votaciones.
«Ellos (los rusos) no cambiaron los votos ni nada por el estilo. No tenemos ningún medidor, así que la comunidad de inteligencia no tiene manera de calcular el efecto que ellos han tenido en la elección de los votantes (…) ¿Ha sido una acción de agresión? Pues esa es una pregunta muy grave a la que la comunidad de inteligencia no puede responder», decía el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, en una audiencia ante el Senado.
De hecho, casi la mitad del informe, está dedicado a los medios internacionales rusos, acusados de influir en la opinión pública de Estados Unidos durante la carrera presidencial de 2016. El informe aporta un ‘sinfín de pruebas’ realmente contundentes, como que «RT anunció que ha sido el único medio que colabora con WikiLeaks», o que «RT y Sputnik calificaban a Trump como una víctima del sistema político estadounidense corrupto», o incluso que «el político ruso Vladímir Zhirinovski anunció públicamente que beberá champagne si Trump vence en las elecciones», según información recabada por el propio portal Sputnik.
Reacciones del gobierno ruso y Trump
Este lunes, el gobierno ruso se refirió por primera vez a la publicación del mencionado informe de los organismos de inteligencia publicado la semana pasada, el cual no contiene nada «que merezca ser leído en detalle», según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, reseñado por la agencia Reuters.
Afirmó que «esa versión del reporte que se hizo pública no añade nada sobre lo que podamos comentar. Acusaciones sin sustento que no se apoyan en nada y que están siendo publicadas de forma aficionada y no profesional. No sabemos en qué información se basan realmente».
Ya el pasado 23 de diciembre, durante la gran rueda de prensa anual, Putin expresó que «el que pierde siempre busca a quién echar la culpa; mejor que busquen el origen del problema en sí mismos».
En ese sentido, Peskov aseveró que el gobierno ruso se está “cansando de estas acusaciones», y que «realmente son una reminiscencia de una cacería de brujas», emulando las declaraciones del presidente electo emitidas el viernes pasado.
Trump, entrevistado por el New York Times y reseñada por Sputnik, argumentó que la tormenta que rodea al supuesto hackeo ruso durante la campaña presidencial es una caza de brujas política llevada a cabo por sus adversarios, quienes avergonzados por su pérdida en las elecciones presidenciales, buscan un chivo expiatorio.
En conversación con el periódico, criticó repetidamente el foco intenso de atención que representa Rusia para los medios. «China, hace relativamente poco tiempo, hackeó 20 millones de nombres gubernamentales», dijo, refiriéndose a la supuesta violación de las computadoras en la Oficina de Gestión de Personal a finales de 2014 y principios de 2015. «¿Por qué nadie habla de eso? Es una caza de brujas política».
Señaló que ha habido anteriores hackeos exitosos de la Casa Blanca y el Congreso, y sugiere que es injusto que esos ataques contra las instituciones estadounidenses no hayan recibido la atención que tienen las supuestas ciberintrusiones rusas.
«Con todo eso dicho, no quiero que otros países hackeen nuestro país», dijo Trump. Han hackeado la Casa Blanca. Han hackeado el Congreso. Somos como la capital del hacking mundial».
JA