El juez superior de la Cámara de los Lores británica, Sir Terence Etherton, declaró este jueves que la venta de armas por parte de Reino unido a Arabia Saudí fue ilegal porque contribuyó con la muerte de cerca de 100 mil civiles en Yemen.
La decisión otorga una clara victoria a los organizadores de la Campaña contra el Comercio de Armas (CCA), que han asegurado en un comunicado público que «la histórica sentencia supone que el Gobierno debe frenar de inmediato la concesión de nuevas licencias de exportación y repasar todas las decisiones de exportación de armas a Arabia Saudí para que se ajusten a la ley».
Sin embargo, esta sentencia no representa una restricción inmediata para el país árabe, pues las licencias otorgadas a partir del año 2015 no serán suspendidas con la urgencia que se requiere.
El tribunal aseguró que el ministro para el Comercio internacional, Liamm Fox, obró de un modo «irracional, y por tanto ilegal» al conceder las licencias sin realizar una valoración previa de todas las violaciones de derechos humanos cometidas por el Gobierno de Arabia Saudí.
La decisión afecta indirectamente a dos de los candidatos con más posibilidades de lograr el liderazgo del Partido Conservador: Boris Johnson, quien ocupó brevemente el ministerio de Exteriores bajo el mandato de Theresa May, y su sucesor, Jeremy Hunt, actualmente al frente del departamento. Las licencias de exportación incluyen la firma de los ministros de Exteriores, Defensa y Comercio Internacional.
Es importante destacar que la venta de armas a Arabia Saudí ha supuesto más de cinco millones de euros en ganancias para Reino Unido desde que comenzó la guerra civil en Yemen.
El principal afectado por el replanteamiento de la estrategia que puede acarrear la sentencia sería BAE Sytems, el mayor contratista de Defensa del Reino Unido. Sus ventas a los saudíes suponen prácticamente un 15% de sus ingresos anuales.
ARG