De cara a las elecciones presidenciales de octubre próximo, las protestas contra las políticas de Mauricio Macri ganan terreno, especialmente ante la crisis económica que se ha agravado en el último mes, lo que ha detonado múltiples demandas sociales y sindicales.
Tras el «agosto negro» financiero, con consecuencias severas en la economía real, las calles de todo el país han servido de escenario a todo tipo de movilizaciones, bloqueos y acampadas.
Agencias contabilizan 524 piquetes durante el pasado mes, basadas en el reporte mensual que desarrolla la consultora Diagnóstico Político y que revela que los reclamos bajo esta metodología tuvieron un impactante aumento de 36% en comparación con julio.
De acuerdo con el informe de la consultora, entre los máximos convocantes de las actividades de agosto estuvieron las organizaciones sociales, con 149 cortes, seguidas por los trabajadores estatales, partidos políticos, sindicatos, vecinos y grupos de desempleados.
Septiembre superará los números
Asimismo, aseguran que septiembre superará las cifras, ya que los movimientos sociales, que esta semana han protagonizado una acampada de dos días en el centro de Buenos Aires, demandan incrementar la provisión a comedores comunitarios, aumentar el número de beneficiarios de subsidios sociales del Estado e incrementar los montos de estas ayudas.
También solicitan crear puestos de empleo y reabrir negociaciones salariales en un contexto de alta inflación, que en agosto escaló a 54,5% interanual.
Se reaviva el recuerdo de la crisis de 2001
Un dato peculiar estriba en que los reclamos han pasado esta semana de las calles a los centros comerciales, donde el martes una de las agrupaciones protagonizó una protesta que ha encendido, sobre todo en el sector empresario, la luz de alerta al recordar lo más álgido de la crisis de 2001, en la que comercios y supermercados resultaron saqueados en todo el país, mientras la espiral de violencia y represión se agitaba y producía una treintena de muertos.
FF