El expresidente francés, Nicolas Sarkozy, se encuentra bajo custodia policial por una investigación sobre la presunta financiación libia de su campaña en las elecciones de 2007 que lo llevaron al Palacio del Elíseo.
Es la segunda vez en cuatro años que el líder galo es interrogado por una grave sospecha de ilegalidad. El arresto se enmarca esta vez en una investigación sobre la posible financiación libia de la campaña electoral que le llevó al Palacio del Elíseo en 2007.
Testimonios y documentos apuntan a que Sarkozy recibió entre noviembre de 2006 y enero de 2007, como mínimo, 5 millones de euros del régimen de Muamar El Gadafi.
El expresidente de 63 años, hoy semiretirado pero todavía influyente en la derecha francesa, niega los hechos.
No es un dato menor que hace siete años, una coalición multinacional, liderada por la Francia de Sarkozy, inició su intervención militar en Libia. La resolución de la ONU invocaba la «responsabilidad de proteger» a los civiles libios del ejército del coronel Gadafi.
Pero ni Francia ni EEUU ni el Reino Unido terminaron su ‘trabajo’. Libia fue abandonada a su suerte en la pelea de gallos de las milicias armadas que, tras derrocar al Hermano Líder, empezaron a guerrear entre sí. Hasta hoy.
El hijo de Gadafi, Saif al Islam, dijo en una entrevista que estaría dispuesto a presentar “pruebas sólidas” contra Sarkozy.
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